Si recuerdas bien, a principios de semana, te hablamos de la presentación del Ford Mustang Bullitt 2018, en el transcurso del salón de Detroit. Una serie especial, que Ford ya ofreció en 2001 y 2008, pero cuya presentación tuvo un toque nostálgico muy especial. 

A fin de cuentas, contó con la presencia de Molly McQueen, nieta del legendario actor Steve McQueen, así como con uno de los grandes protagonistas de Bullitt: el Mustang de 1968, que protagonizaba algunas de las mejores secuencias de la película. Y, precisamente, sobre él vamos a hablar...

Descubre el Mustang Bullitt 2018:

Sí, es el Bullitt de McQueen

Esta historia de película llega desde la edición norteamericana de Motor1.com. Allí nos cuentan que, construido hace medio siglo, el 8 de enero de 1968, este famoso deportivo ha sido inscrito, por la Asociación de Vehículos Históricos (HVA), en el Registro Nacional de Vehículos Históricos.

Sean Kiernan, un ciudadano de Nashville, Tennessee, es el orgulloso propietario del coche, que pertenece a su familia desde 1974. Lo encontraron a la venta en un anuncio, publicado en Road and Track, con el nombre del automóvil mal escrito: "Mustang Bullet de 1968, conducido por McQueen en la película. Puede ser documentado. Mejor oferta".

Ford Mustang Bullitt 1968: el coche original de la película

Por supuesto, el señor Kiernan hizo lo mismo que habríamos hecho cualquiera de nosotros: comprarlo. Y, aproximadamente tres años después de completar la transacción, llegó el momento más increíble de toda esta historia: el padre de Sean recibió una llamada telefónica del propio Steve McQueen, que quería comprar el automóvil.

A pesar de la negativa inicial, el actor insistió y envió una carta para volver a expresar su interés en comprar el Bullitt, en la que incluso ofrecía un Mustang nuevo en el trato (puedes ver el original de la carta en la galería del artículo). Pero nunca recibió una respuesta.

Ford Mustang Bullitt 1968: el coche original de la película

Una historia de película

Cualquier aficionado de la película ya sabrá que se fabricaron dos coches idénticos para el rodaje. El de las escenas de acción, seriamente dañado, apareció el año pasado en México. Mientras que el segundo, el que conduce McQueen en momentos más 'sosegados', es el que ilustra este artículo.

Después de aparecer en la película, se convirtió en el automóvil del día a día para los padres de Sean Kiernan y nunca lo modificaron. Lo condujeron durante unas 46.000 millas (algo más de 74.000 kilómetros) hasta 1981, año en el que nació Sean. Después, padre e hijo pensaron en restaurarlo varias veces, pero el proyecto nunca llegó a buen puerto. Así se mantuvo, casi en secreto... hasta la presentación de esta semana. 

Eso sí, si quieres conocer mejor la historia, te dejamos con el documental sobre este coche tan especial, "Little Pieces: The Untold Story of the Bullitt Mustang".

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