Dimensiones, peso... y precio
El modelo de la marca del óvalo medía 4,49 metros de longitud, 1,72 de anchura y 1,37 de altura. Marcaba un peso en vacío de apenas 1.240 kilos y disfrutaba de suspensiones independientes, tanto en el tren delantero como en el trasero, además de cuatro discos de freno. La fuerza mecánica se canalizaba por completo al tren trasero.
En España, se puso a la venta en agosto de 1986 en colores blanco, negro y azul metalizado. ¿Su precio? Menos de 4 millones de pesetas, una cifra mucho más baja que la del Saab 9000 Turbo o la del Mercedes-Benz 190E 2.3-16, por poner dos ejemplos. En total, se fabricaron algo más de 5.500 unidades de este vehículo.
Estética 'racing'
El coche se reconocía al instante, gracias a sus componentes específicos. El más espectacular era, sin duda, el enorme alerón trasero, pero también contaba con tomas de aire en el capó, llantas de aleación de 15 pulgadas, faldones laterales y un paragolpes delantero exclusivo.
La altura libre al suelo se redujo, lo que implicaba una mejor concepción a la hora de superar curvas... y una imagen más 'racing'.
Asientos Recaro
En cuanto al habitáculo, disponía de asientos delanteros de la firma Recaro, con amplias sujeciones laterales, tanto en la banqueta como en el respaldo. Asimismo, el volante de cuero era de tres radios, la instrumentación ofrecía información sobre la presión del turbo y el velocímetro estaba tarado por encima de los 260 km/h.
Motor de 204 CV
El corazón del Ford Sierra RS Cosworth era un motor turboalimentado de gasolina, de 2,0 litros, que entregaba 204 CV a 6.000 rpm y 275 Nm a 4.500 vueltas, aunque el 80% del par máximo ya estaba disponible desde las 2.300.
Esta poderosa mecánica trabajaba junto a un cambio manual de cinco velocidades, un binomio que se traducía en 240 km/h de velocidad máxima y una aceleración de 0 a 100 en apenas 6,8 segundos.
Dinamismo ejemplar
Los expertos de la época daban muy buena nota al motor, con un poder de aceleración magnífico, y también otorgaron palabras de elogio al chasis, capaz de controlar toda la fuerza mecánica y, a la vez, otorgar una alta eficacia en terrenos revirados.
Por si fuera poco, la dirección era muy directa, lo que permitía cambios de trayectoria a la mínima insinuación y los discos de freno resistían muy bien un uso intenso de forma continuada.
También versátil
Gracias al asiento trasero abatible, el maletero podía ampliarse notablemente para introducir objetos voluminosos. El equipamiento de serie también incluía elevalunas y retrovisores eléctricos, cierre centralizado y techo solar.
El único pero que se le podía poner al puesto de conducción es que la visibilidad trasera quedaba reducida a causa del alerón... pero cualquiera asumía sin rechistar ese pequeño inconveniente.
Edición especial RS 500
El modelo de Ford contó con la edición especial RS 500, limitada a 500 unidades, todas para el mercado británico. Esta serie limitada, además de ofrecer 224 CV, se distinguía principalmente por la ausencia de los faros antiniebla delanteros, sustituidos por tomas de aire.
Segunda mano: pocos y caros
Si echamos un vistazo en Internet a unidades de segunda mano, nos encontramos con pocos resultados y los existentes son caros, así que no será fácil adquirir uno. A la vista está que parece un buen negocio poseer un Ford Sierra RS Cosworth...