A pesar de la explosión del segmento SUV, la fuerte expansión de la gama deportiva de Mercedes AMG y que "algo ha cambiado en la marca"... hay una cosa que sigue invariable en Mercedes-Benz: el Clase S 2021 sigue siendo su referente, su buque insignia, su escaparate tecnológico.
Y eso lleva siendo así desde que el Clase S existe como tal, algo que temporalmente podemos situar en el año 1972, aunque la historia del modelo pueda remitirse aún más atrás en el tiempo.
En el caso de este nuevo modelo, conocido con el código interno W223, llega para sustituir al W222, que llevaba vigente desde 2013 y que ha cosechado más de medio millón de unidades vendidas (un tercio de ellas, en China).
Galería: Mercedes-Benz Clase S 2020
El caso es que, tras su presentación oficial, a comienzos de septiembre de este mismo año, ya hemos hablado largo y tendido del modelo: te hemos contado toda la información, analizado los 10 aspectos más interesantes del modelo, hablado de las 7 tecnologías más curiosas y hasta descubierto su variante híbrida enchufable.
De ahí que, en esta primera prueba, solo haremos un pequeño resumen de lo esencial, antes de pasar directamente a analizar cómo es la conducción (y el viajar relajado) en este modelo de claro enfoque Premium.
A modo de resumen, diremos que esta séptima generación sigue estando disponible en dos formatos de carrocería, con una diferencia de 11 centímetros entre ellos (3,11 frente a 3,22 metros de distancia entre ejes), al tiempo que crece en dimensiones.
En este sentido, la variante convencional aumenta su longitud en 5,4 centímetros, hasta alcanzar los 5,18 metros de largo. Por su parte, el modelo de batalla extendida anuncia 3,4 centímetros adicionales, para llegar hasta los 5,29 metros.
Estéticamente, llama la atención lo mucho que se han cuidado las formas de la carrocería, que le permiten anunciar un excelente coeficiente aerodinámico (Cx) de 0,22. Y, aunque sigue siendo un modelo eminentemente sobrio, cuenta con detalles que le otorgan un toque algo más moderno.
Hablamos, por ejemplo, de los avanzados faros Digital Light, que pueden llegar a proyectar imágenes y formas. Pero también, de los pilotos, similares a los de los últimos lanzamientos del fabricante, o del amplio catálogo de llantas de aleación, con opciones que se mueven entre las 18 y las 21 pulgadas.
Desde el punto de vista mecánico, actualmente, se ofrecen tres motorizaciones en el mercado español, dos de ciclo diésel y una de gasolina. Entre los representantes de gasóleo, aparecen los 350 d y 400 d, con un bloque de seis cilindros en línea y 3,0 litros, y una potencia cifrada en 286 y 330 CV, respectivamente.
Ambos recurren a la transmisión automática 9G-TRONIC y a la tracción total 4MATIC, aunque el modelo de acceso también se comercializa con un esquema de propulsión trasera.
El modelo de gasolina, el S 500 4MATIC, también cuenta con un seis cilindros en línea de 3,0 litros, que entrega 435 CV. En este caso, cuenta con el apoyo de los 22 CV adicionales que aporta el sistema de hibridación ligera EQ Boost, de 48 V, que también le otorga el distintivo ambiental Eco de la DGT. Más adelante, esperamos la llegada del S 450 4MATIC, con idéntico esquema y 367 CV.
Por supuesto, en los meses venideros llegará la variante híbrida enchufable S 580 e, con 510 CV de potencia máxima combinada y más de 100 kilómetros de autonomía homologada, en ciclo WLTP.
Pero también, esperamos que se sumen a la fiesta versiones de corte deportivo, firmadas por AMG, el lujoso Maybach Clase S y un modelo 100% eléctrico, que debería contar con un diseño exclusivo y la denominación EQS.
Al acceder al habitáculo, lo que más llama la atención, es la gran dotación tecnológica ante la que se enfrenta al conductor, empezando por un cuadro de mandos digital, de 12,3 pulgadas y efecto tridimensional.
Pero la cosa no acaba ahí, ya que también aparece un sistema Head-up Display, de grandes dimensiones y con realidad aumentada, así como una enorme pantalla OLED para el equipo multimedia, de 12,8 pulgadas y orientación vertical.
Y, aunque hay opciones más sencillas, estas son las que equipa la unidad que hemos podido probar, un S 400 d 4MATIC, dotado de la batalla corta. ¿Sensaciones? De primeras, toda esta tecnología, trabajando a la vez, llega a abrumar al conductor. Incluso, a uno que esté hecho a cambiar de coche con asiduidad, como es nuestro caso. Pero una vez que te acostumbras a ella, es fácil sacarle el máximo partido.
Tal y como mencionábamos, el S 400 d 4MATIC recurre a un propulsor de ciclo diésel, que genera 330 CV de potencia y un par máximo de 700 Nm, que es un dato bastante elevado, aprovechable entre 1.200 y 3.200 rpm. ¿En qué se traduce esto? En que a pesar de tratarse de un coche que pesa 1.995 kilos en vacío, es capaz de acelerar como una bestia... si así se le pide.
A fin de cuentas, esta berlina de lujo acelera de 0 a 100 en 5,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 250 km/h (autolimitada). Buenos datos, que se combinan con un consumo medio de 6,7 litros cada 100 kilómetros (7,4 litros en nuestra ruta, con mayoría de kilómetros por autovía).
Obviamente, es un modelo concebido para ofrecer el máximo confort a sus ocupantes. Algo que comprobamos en un par de trayectos acomodados en las plazas traseras. De que así sea se encargan, entre otros elementos, la suspensión neumática AIRMATIC o la amortiguación regulable progresiva ADS+.
Dinámicamente, el Clase S 2021 se mueve con una agilidad sorprendente, dentro del tipo de modelo del que hablamos. Y en este sentido, juega un papel fundamental el sistema de dirección en el eje trasero, opcional, que está disponible con dos configuraciones.
En su variante Performance, las ruedas traseras llegan a girar hasta 4,5 grados, mientras que en el denominado Ciudad, esa cifra aumenta hasta los 10 grados. Cabe recordar que, como suele suceder con estos sistemas, las ruedas giran en el sentido contrario a las delanteras, hasta los 60 km/h, para reducir la distancia necesaria para maniobrar, mientras que a partir de 60 km/h lo hacen en el mismo, para aumentar la sensación de aplomo del coche.
Todo esto, si quieres conducir, claro. En caso contrario, el Clase S 2021 ya está preparado para el nivel 3 de conducción autónoma, que se ofrecerá en Alemania en el año 2021. Incluso, cuenta con el sistema de nivel 4 Intelligent Park Pilot, que permite aparcar al coche en un estacionamiento público, sin que haya nadie al volante. De momento, eso sí, solo hay dos instalaciones preparadas para su uso: el parking del museo de la marca en Stuttgart y el del aeropuerto de la ciudad.
En el caso de la unidad que hemos probado, sigue ofreciendo un sistema de conducción autónomo de nivel 2, o semiautónomo, que es capaz de adecuar la velocidad al límite de la vía, manteniendo al coche dentro del carril y a la distancia que le marquemos respecto al vehículo precedente.
Y nos referimos a él como semiautónomo porque, para funcionar, requiere que el conductor mantenga el control sobre el coche. En el caso de retirar las manos del volante, seguirá funcionando unos segundos, pero pronto empezará a reclamar al conductor que tome el control del coche.
Si nos centramos en la comercialización del Clase S 2021, diremos que los pedidos se abrieron durante el pasado mes de septiembre, aunque las primeras unidades no han llegado a los concesionarios hasta este mismo mes de diciembre.
Respecto a los precios, si tomamos como referencia los modelos de batalla corta, se mueven entre los 108.150 euros, del 350 d, y los 139.950, del 500 4MATIC. En el caso de optar por las versiones de batalla extendida, las cifras aumentan hasta los 109.975, del 350 d L, y los 141.750, del 500 4MATIC L.
Mercedes-Benz S 400 d 4MATIC