Ya han pasado casi cuatro años desde que descubrimos la última generación del Suzuki Swift y ahora le toca el turno a su puesta al día, a mitad de su ciclo comercial. Una actualización que estrena cambios estéticos puntuales, pero que añade importantes novedades en materia mecánica y, sobre todo, de equipamiento.
El Swift siempre se ha caracterizado por ofrecer un notable compromiso entre agilidad, comodidad y diversión en la conducción. Ingredientes que se repiten, generación tras generación, aunque ahora hay que añadir otro elemento necesario, como es un sistema de hibridación ligera (mild hybrid) con red de 12 V. Básicamente, se trata del mismo que estrenó el Ignis.
Galería: Suzuki Swift 2020 primera prueba
En el plano estético, el modelo japonés luce un nuevo frontal, que estrena parrilla con un embellecedor central, así como nuevas llantas de aleación de 16 pulgadas en acabado pulido. Las ópticas principales de LED también refuerzan esa sensación de novedad y ahora son de serie para todos los acabados. Detrás apenas se aprecia ningún cambio, aunque ahora la carrocería se puede vestir con siete colores diferentes, más cuatro opciones bitono.
Llegamos al apartado mecánico y aquí la estrella es el nuevo motor 1.2 DUALJET tetracilíndrico, con culata de 16 válvulas, admisión variable VVT e inyección dual. Está acompañado por el sistema de hibridación ligera SHVS, con red de 12 V y batería de 10 Ah, que sirve de apoyo en fases de aceleración al motor térmico, pero que en ningún caso es capaz de mover el vehículo en modo 100% eléctrico.

En conjunto, el Swift dispone de una potencia máxima de 83 CV a 6.000 rpm y de un par máximo de 107 Nm a 2.800 vueltas. Es el único motor disponible, aunque se puede combinar con una caja de cambios manual de cinco velocidades o una automática de variador continuo CVT, con siete etapas.
Como hecho diferenciador del Swift frente al resto de competidores del segmento B, el modelo oriental sigue ofreciendo una versión 4x4, gracias al conocido sistema 4WD ALLGRIP AUTO, mediante un diferencial con acoplamiento viscoso, asociado únicamente a la caja de cambios manual.

Las prestaciones son bastante racionales, con una velocidad máxima de 180 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h, de 13,1 segundos, en el caso de la versión 4x2 con cambio manual. El consumo medio oficial, según ciclo de homologación WLTP es de solo 4,9 litros cada 100 kilómetros, sin duda, otro elemento a destacar del utilitario japonés.
La gama del modelo oriental se ha simplificado en nuestro mercado con dos acabados: GLE y GLX. Desde la versión de acceso, el cliente dispondrá de elementos destacados como el aire acondicionado y el sistema multimedia con pantalla táctil de 7,0 pulgadas, compatible con Apple CarPlay, Android Auto y Mirror Link.


También cabe destacar la completa dotación en materia de ayudas a la conducción, agrupadas bajo el denominado Suzuki Safety Support (DSBS), que incluye, por ejemplo, el sistema de alerta por cambio involuntario de carril, de control del ángulo muerto, de reconocimiento de señales de tráfico o de alerta por tráfico trasero cruzado. Además, también son novedad la inclusión del control de velocidad de crucero adaptativo y los sensores de aparcamiento traseros.

Para nuestra primera toma de contacto, hemos podido conducir la versión asociada al cambio automático CVT, por una ruta combinada entre vías rápidas y carretera de montaña. En un recorrido de, aproximadamente, 100 kilómetros, tienes posibilidad de comprender varios aspectos del funcionamiento del vehículo. El primero y quizás más importante es que el Swift es capaz de brillar en casi cualquier escenario.
La puesta a punto del chasis es fundamental, para transmitir confianza al conductor, comodidad a los ocupantes y agilidad cuando se trata de elevar el ritmo. Lógicamente, se trata de un chasis que está por encima de la potencia disponible y que admite, sin duda, un motor más poderoso. Ahora bien, para esos menesteres ya tenemos el Swift Sport.

En un uso cotidiano, el nuevo Swift sigue siendo un vehículo muy capaz, que cumple perfectamente en todos los apartados y que es muy difícil que defraude a su conductor. Si bien es cierto que la insonorización interior podría ser un poco mejor, sobre todo en la versión con cambio CVT, lo cierto es que la nota predominante es positiva. Es un coche confortable, especialmente si tenemos en cuenta que no llega a los 4,0 metros de longitud, a diferencia de otros rivales.

Los asientos delanteros recogen bien el cuerpo, aunque el respaldo tiende a ser bastante plano. Detrás, la altura disponible para los ocupantes es notable y eso refuerza la sensación de amplitud que se puede percibir, a pesar de sus dimensiones. El único punto mejorable es la capacidad del maletero que, con 265 litros, resulta algo justa, en comparación con sus rivales, para dar servicio a cinco ocupantes. No obstante, teniendo en cuenta su claro planteamiento urbano, ese dato pasa a un segundo plano.

Para finalizar, debo informarte de los precios del nuevo Swift 2020. Comienzan en los 17.270 euros del 1.2 GLE y llegan hasta los 19.670 euros del 1.2 GLX Aut., en ambos casos, sin descontar la promoción del fabricante (2.000 euros en el momento del lanzamiento) ni las ayudas por parte de la administración. Una vez aplicados todos los descuentos, el precio de partida de la gama Swift se convierte en otro de sus mejores argumentos de venta, créeme.
Suzuki Swift 1.2L GLX Aut. 2021