Resulta curioso, incluso divertido, comentar a la gente que Volvo pertenece a la multinacional china Geely. En ese momento, muchos te preguntan asustados si la marca sueca realiza coches con 'mimbres' asiáticos. No, el fabricante nórdico continúa desarrollando sus plataformas, motores y componentes... pero con capital chino.
Eso significa que tiene una base financiera sólida y amplia, lo que le asegura un presente y un futuro realmente fantásticos. Un ejemplo de este buen hacer es el Volvo XC40 2020, un SUV compacto que ponemos a prueba y que nada tiene que envidiar a sus rivales alemanes. Además, la gama del modelo está a la venta desde 24.700 euros, una tarifa que no vas a ver en los contrincantes germanos.
El rival de los Audi Q3, BMW X1 y Mercedes-Benz GLA, además del Jaguar E-PACE, el Range Rover Evoque y el Lexus UX (¡qué rica variedad!), mide 4,42 metros de longitud, 1,86 de anchura y 1,65 de altura, cotas bastante habituales dentro de su segmento.
En términos de habitabilidad, el todocamino destaca más por el espacio que ofrece a los ocupantes que por el maletero. Digamos que Volvo se ha preocupado más de generar un habitáculo lo más espacioso posible. ¿Será porque los suecos son espigados? Sea cual sea la razón, lo cierto es que dos adultos de talla media caben perfectamente detrás, aun siendo altos los ocupantes delanteros.
En cambio, la capacidad de carga se queda en 460 litros, 1.336 con los asientos traseros abatidos (no se regulan longitudinalmente). No es un mal dato, pero hay rivales que le superan claramente al ir más allá de los 500 litros para el equipaje. Toca valorar qué más necesitas en tu día a día o si te vale ese espacio para los 'trastos'...
Sin duda, el diseño es uno de los puntos fuertes del Volvo XC40 2020. En líneas generales, aunque este es un punto subjetivo, todos en la redacción estamos de acuerdo en que es un vehículo atractivo y, lo más importante, 'diferente' de los algo encapsulados rivales alemanes, como también lo fueron en su día los compactos C30 y V40.
Ese aire fresco que aporta al segmento se complementa con un interior de muy buena calidad, no solo por el uso de materiales de tacto blando, sino también por el buen ajuste de todos ellos. Apostamos a que este coche envejecerá muy bien y costará que aparezcan 'grillos'.
En cuanto a la ergonomía se refiere, personalmente, la sitúo en un puesto intermedio. Los mandos no son tan intuitivos como en un Audi o en un BMW, donde todo está dispuesto de una forma muy lógica, pero tampoco te sientes como en una compleja 'cabina de aviación', como sucede al subirte a un Mercedes-Benz.
Aunque puede que vaya en contra de la imagen Premium, me hubiera gustado que los mandos de la climatización fueran físicos. También, que el mando Drive Mode, con los diferentes programas de conducción, estuviera más cerca del conductor. Por lo demás, la postura al volante es perfecta, gracias a la amplia regulación eléctrica del asiento (opcional).

La versión T3 hace especial al XC40, porque es el primer Volvo que incorpora un motor de tres cilindros. Aun siendo anecdótico, demuestra que la firma sueca tampoco puede escapar del coto a las emisiones.
Este propulsor turboalimentado de gasolina, con 1,5 litros y 163 CV a 5.000 rpm, puede combinarse con un cambio manual de seis velocidades (como nuestra unidad de pruebas) o con un automático con convertidor de par, de ocho marchas, que canaliza la fuerza al eje delantero.

Mentiría si dijera que se nota claramente la arquitectura tricilíndrica en términos de vibraciones y rendimiento. Nada de eso, se trata de un propulsor bastante refinado y que otorga un buen empuje. Quizá no sea tan contundente en regímenes intermedios como un cuatro cilindros, pero tiene suficientes bajos como para no andar preocupado en tener que reducir de marcha si lo dejamos caer de vueltas.
En lo referido al consumo, homologa 6,8 litros en ciclo mixto y lo normal es situarse en el entorno de los 7,5. Durante nuestros días de prueba, también vimos cifras de 8,0 litros, pero con un uso nada favorable: muchas arrancadas y salidas desde parado, además de frecuentes cambios de velocidad (lo que viene siendo una completa sesión de fotos...).

Queda todavía hablar del dinamismo y apetece hacerlo, porque el Volvo XC40 2020 es de esos SUV con los que puedes viajar y acometer un tramo de curvas con el mismo nivel de confianza. Normal, si tenemos en cuenta que la unidad de pruebas montaba neumáticos opcionales, con una notable anchura de 245 milímetros.
El coche se siente ligero y fiable a la hora de abordar todo tipo de giros. En los lentos, no se 'amorra', consecuencia de llevar un propulsor de peso ligero, y apoya perfectamente en los rápidos, donde el tren multibrazo trasero ofrece más sensación de aplomo que un eje torsional. Puede que el BMW X1 tenga un punto más de eficacia en estas lides, aunque la diferencia es realmente ajustada.
Además, el cliente puede escoger entre la suspensión de serie, la deportiva y la adaptativa Four-C. Por cierto, el mencionado control Drive Mode dispone de los programas Eco, Comfort, Dynamic y Off Road, con diferencias palpables entre ellos.


Hablar de Volvo es hacerlo de seguridad y con el acabado Inscription, el más lujoso de la gama, el listado de ayudas electrónicas a la conducción es casi inagotable. Por citar algunas, nombro los sistemas de mantenimiento de carril y de reconocimiento de señales de tráfico o el asistente de frenada de emergencia automática City Safety.
Claro, la dotación de lujo también es verdaderamente extensa: faros con tecnología de tipo LED, portón trasero de accionamiento eléctrico, asientos delanteros con ajuste lumbar eléctrico, navegador, pantalla táctil de 9,0 pulgadas, instrumentación digital de 12,3 pulgadas, inserciones interiores Drift Wood y un larguísimo etcétera.


Pero como buena marca Premium, el catálogo de opciones resulta especialmente rico y extenso. Basta configurar el coche en la web oficial de Volvo para comprobar hasta qué punto puedes personalizarlo. Eso sí, siempre pasando por caja...
El acabado Inscription luce una imagen distinguida, gracias a una parrilla específica, molduras cromadas en el paragolpes posterior, diferentes emblemas Inscription y llantas de aleación de 18 pulgadas con seis radios. Para poder presumir de forma palmaria.


Todo, por 39.000 euros, más lo que se quiera sumar de opciones, un montante más bajo que el que solicitan en las casas alemanas por modelos equivalentes y peor equipados. Al final, es cuestión de abrir un poco más el abanico de opciones para poder encontrarse sorpresas positivas, ¿verdad?
Volvo XC40 Inscription T3 manual