Aunque no es el producto más novedoso de la gama de todocaminos de BMW, hay que reconocer que el modelo que hoy ponemos a prueba sigue siendo realmente interesante. Sobre todo, para todo aquel que busque un SUV con una imagen que se salga de lo convencional en la categoría, pero sin abandonar el terreno Premium.

Estamos hablando del BMW X4 2019, un vehículo que conducimos en su variante xDrive20d, lo que se traduce en que cuenta con un motor turbodiésel de 190 CV, un esquema de tracción total y una transmisión automática con convertidor de par, de ocho relaciones, conocida como Steptronic.

Presentado a comienzos del pasado año, el reto del todocamino es superar las 200.000 unidades que se vendieron de la primera entrega, en todo el mundo, desde 2014. Para ello, esta segunda generación, totalmente nueva, apostó por lo seguro: seguir el camino marcado por el X3.

BMW X4 2019: más grande que nunca

Antes de entrar en materia, sería interesante recordar algunos de los puntos clave de este SUV de corte coupé.

Por ejemplo, en términos de dimensiones, ha crecido bastante, alcanzando los 4,75 metros de largo y los 1,62 de ancho, lo que supone 81 y 54 milímetros más que antes, respectivamente. La única cota que se reduce es la altura, que pierde 3 milímetros, para quedarse en los 1,62 metros.

En cualquier caso, se ha conseguido optimizar la dinámica de fluidos del conjunto, con un coeficiente aerodinámico (CX) que pasa de 0,33 a 0,30. Además, la gama anuncia una reducción de peso de hasta 50 kilos que, en el caso de esta versión, se queda en 10.

 

En el plano estético, es cierto que la evolución ha dado lugar a todo un batallón de defensores del nuevo modelo… y a algunas voces, que preferían el diseño del modelo anterior.

Más allá de aspectos subjetivos, lo cierto es que ha introducido mejoras interesantes, como los faros y luces antiniebla con tecnología de tipo LED o una parrilla frontal realmente grande (pero no tanto como la del X7, claro está).

Aunque para descubrir los mayores cambios, tenemos que mirar a la parte trasera, donde encontramos unos pilotos horizontales, la doble salida de escape, integrada en un vistoso difusor, un alerón que se funde con el portón del maletero y la inscripción que identifica al modelo (antes, estaba en las puertas).

Dicho esto, que el aspecto sea más elegante, deportivo o campero, queda en manos del conductor, quien puede escoger cuatro líneas de acabado: Advantage, xLine, M Sport y M Sport X (la que nos ocupa). Por supuesto, durante la configuración, también se puede recurrir a las opciones de personalización de los catálogos BMW Individual y M Performance.

Prueba BMW X4 xDrive20d 2019 (M Sport X)

Un habitáculo moderno y (razonablemente) espacioso

Por dentro, la sensación que transmite el BMW X4 2019 es la propia de un modelo de calidad, con buenos materiales y ajustes. Algo que, por otra parte, tampoco sorprende en un coche de su condición.

Donde sí ha experimentado un importante paso adelante ha sido en el aspecto tecnológico. En este sentido, además de contar con una instrumentación digital, incluye de serie la última evolución del sistema iDrive y el control por voz, quedando reservado como opción la función de manejo gestual.

Prueba BMW X4 xDrive20d 2019 (M Sport X)

Y por espacio, nos reafirmamos en las sensaciones que nos dejó durante la primera toma de contacto, en la que nuestra sensación era que, a pesar de estar homologado para cinco ocupantes, solo cuatro viajarían con un confort óptimo.

Con tiempo para probarlo con calma, la sensación es que para un adulto de 1,80 metros de alto, el espacio para las piernas es bueno y la anchura de la plaza central, correcta. En cambio, es en la cota de altura donde las cosas van un poco más justas, si lo comparamos con el X3. Algo lógico, teniendo en cuenta que en el X4 prevalece el diseño sobre la habitabilidad.

Pero esto no quita para que resulte más práctico que nunca. Sirva como ejemplo el maletero, que pasa de 500 a 525 litros de capacidad e incluye un doble fondo. Además, si se abaten los asientos posteriores, llega hasta los 1.430 litros, que son exactamente 30 más que en el modelo anterior.

Prueba BMW X4 xDrive20d 2019 (M Sport X)

Una mecánica interesante

Dentro de los siete motores que ofrece la gama, con cifras de potencia comprendidas entre los 184 y los 360 CV (480 y 510, si sumamos los X4 M y X4 M Competition), este xDrive20d resulta especialmente interesante.

Al menos, así lo demuestran sus datos, ya que, más allá de declarar 190 CV de potencia y 400 Nm de par máximo, alcanza los 213 km/h y acelera de 0 a 100 en 8,0 segundos. Todo, acompañado por un consumo medio de 5,4 litros cada 100 kilómetros.

Eso sí, en todos los casos, debe asociarse a la tracción total xDrive y a la transmisión automática con convertidor de par Steptronic, en su variante deportiva, con ocho relaciones, levas tras el volante y control de arrancada Launch Control.

Prueba BMW X4 xDrive20d 2019 (M Sport X)

En marcha, este motor de cuatro cilindros y 2,0 litros de cilindrada demuestra ser el mismo de siempre: ligeramente más ‘áspero’ que el de algunos competidores, pero con un rendimiento excepcional y una eficiencia fuera de lo común. Cualidades que, sin duda, seducirían a cualquiera…

También convencen el cambio, uno de los más rápidos y efectivos de la categoría (si no el que más), y la dirección deportiva variable, que está incluida de serie. Este último elemento, además de ser tremendamente informativo, trabaja con rapidez y precisión.

Prueba BMW X4 xDrive20d 2019 (M Sport X)

Frente al X3, cuenta con alguna que otra ventaja más, como el hecho de disfrutar de un mayor ancho de vías o de incorporar de fábrica la suspensión M Sport o el sistema de reparto selectivo de par Performance Control. Elementos que, en general, le permiten moverse con mayor agilidad y transmitir una mayor sensación de aplomo.

Dicho esto, dependiendo del escenario por el que se mueva o de las necesidades del usuario, cuenta con el control dinámico de la conducción Driving Experience Control, que permite modificar la respuesta del vehículo hasta en cinco modos: SPORT, COMFORT, ECO PRO, SPORT+ y ADAPTIVE.

Prueba BMW X4 xDrive20d 2019 (M Sport X)

Con la última tecnología

En materia de ayudas electrónicas a la conducción, no tiene nada que envidiar a los ‘mayores’ de la casa, al ofrecer el sistema de proyección de información en el parabrisas Head-Up Display en color o el paquete Driving Assistant Plus, que incluye el control de velocidad de crucero adaptativo con función Stop & Go, el sistema de alerta por cambio involuntario de carril, el de control del ángulo muerto, el de aviso de tráfico cruzado trasero y el de cruce de carreteras.

¿Algo más? Sí, también se asoma a la conducción semiautónoma, gracias a la función de dirección semiactiva. Por supuesto, también se inicia en el mundo de la conducción autónoma, con la dirección semiactiva

Respecto al precio, lo único que nos queda por indicar, el xDrive20d parte de los 54.600 euros y alcanza los 62.000, al equiparlo con la línea M Sport X. 

BMW X4 xDrive20d M Sport X

Motor Diésel, 4 cilindros en línea, turboalimentado, 1.995 cm3
Potencia 190 CV a 4.000 rpm / 400 Nm entre 1.750 y 2.500 rpm
Caja de cambios Automática con convertidor de par Steptronic deportiva, 8 velocidades
0-100 km/h 213 km/h
Velocidad máxima 8,0 s
Consumo 5,4 l/100 km
Tracción Integral xDrive
Peso en vacío 1.740 kg
Número de asientos 5
Capacidad del maletero 525 l
Precio base 62.000 euros