No hay segmento que no haya caído rendido a la adopción de carrocerías con estética SUV. Incluso algunos urbanos y utilitarios lucen esta imagen campera, que también se aplicará en los nuevos Audi A1 allroad y Renault Clio. En esta prueba, vamos a analizar el Ford Fiesta Active 2018, un vehículo que se ajusta perfectamente a esta moda.
De un primer vistazo, el coche se diferencia claramente del resto de la gama. La carrocería luce protecciones de material plástico por el perímetro inferior de la carrocería, así como paragolpes específicos, taloneras de color metalizado, barras longitudinales de techo y llantas de aleación de 17 pulgadas.
Ford Fiesta Active 2018, más altura libre al suelo
En el habitáculo, las principales diferencias residen en la tapicería y en un control dinámico de la conducción, dotado de tres programas: Normal, Eco y Deslizante.
Todas estas incorporaciones exteriores ayudan a diferenciarse claramente en la carretera y también agregan un componente práctico, pues permiten al coche adentrarse en caminos y pistas en buen estado.
Si estos presentan agujeros o roderas, a pesar de los 18 milímetros extra de altura libre al suelo, no deberíamos arriesgarnos demasiado, dado que los neumáticos son de perfil bajo y las llantas podrían dañarse a las primeras de cambio. Además, el coche posee un único eje motriz, el delantero, y los neumáticos no son de tipo M+S.
Elevada eficacia
A cambio, el Ford Fiesta Active 2018 ofrece un dinamismo semejante al de las variantes convencionales. Es decir, estamos ante un magnífico utilitario a la hora de abordar curvas de todo tipo y completar desplazamientos fuera de la ciudad. La carrocería se sujeta de forma brillante, lo que genera confianza en el conductor.
Probablemente, las vías, 10 milímetros más anchas, ayudan a este gran tacto de conducción. Asimismo, los muelles y las estabilizadoras específicos, así como la dirección asistida recalibrada, cumplen a la perfección con su trabajo. Desde luego, el modelo tiene 'pisada' de coche grande y frena con eficacia.


Motor premiado EcoBoost
El buen hacer del chasis tiene su complemento perfecto con el motor turboalimentado de gasolina 1.0 EcoBoost, de 125 CV, premiado en multitud de ocasiones. A pesar de su arquitectura tricilíndrica y su baja cilindrada, es muy suave subiendo de vueltas, muestra un rendimiento sorprendente desde bajas revoluciones y empuja con mucha decisión en regímenes intermedios.
Este propulsor casa a la perfección con un cambio manual de seis velocidades, de excelente tacto. En cuanto a consumos, no resulta fácil acercarse a los 5,0 litros cada 100 kilómetros que homologa en ciclo mixto, pero tampoco va más allá de los 7,0, a poco que seamos medianamente cuidadosos con el acelerador.

Familia Active, con dos niveles de equipamiento
Tanto por habitabilidad como por maletero, el Ford Fiesta Active 2018 se encuentra en el grupo medio de la categoría. Ni es de los más destacados, ni tampoco de los más rezagados. De este modo, ofrece dos plazas traseras bastante razonables para adultos de talla media y una capacidad de carga normal, que alcanza los 311 litros.
La postura de conducción puede ser baja y tanto el diseño del interior como la disposición de los mandos merecen comentarios positivos. La instrumentación se lee con suma facilidad, el climatizador se maneja intuitivamente y la posición de la pantalla táctil ayuda a evitar distracciones graves, aunque siempre es recomendable no excedernos en su uso cuando vamos conduciendo.
La familia Active se compone de dos versiones. Una homónima y otra, denominada Active+, que es la que hemos analizado. Esta última consta de más equipamiento de serie, un listado de lo más completo, que abarca elementos como climatizador automático, navegador o sistema de infoentretenimiento SYNC 3.
Lo único que nos chirría en la dotación opcional son los elevalunas eléctricos traseros, por los que hay que desembolsar 125 euros. Sin duda, nos parece un elemento que debería estar incluido sin sobreprecio.



Toca hablar del precio, un apartado en el que el Ford Fiesta Active 2018 sale muy bien parado. No en vano, esta versión se queda en tan solo 15.277 euros, gracias a un elevado descuento que va más allá de los 5.200 euros.
Es más, si te vale la versión de 100 CV de la mecánica EcoBoost, puede ser tuya desde poco más de 14.500 euros. En el caso de decantarte por una variante turbodiésel 1.5 TDCi, las hay de 85 y 120 CV, desde 15.127 euros. Como para no tenerlo en cuenta...
Equipamiento de serie: Climatizador automático, pilotos con tecnología de tipo LED, llantas de aleación de 17 pulgadas, navegador, sistema de infoentretenimiento SYNC3 con pantalla táctil de 8,0 pulgadas, sensores de alumbrado y lluvia, paragolpes específicos, asientos tapizados en tela y cuero, control de velocidad de crucero y limitador, luces estáticas de curva, volante, freno de estacionamiento y palanca del cambio en cuero, y sistemas de alerta por cambio involuntario de carril y de reconocimiento de señales de tráfico.
Opciones: Cristales tintados (120 euros), faros Full LED (550 euros), barras longitudinales de techo cromadas (150 euros), carrocería bicolor (250 euros), cámara trasera de asistencia al aparcamiento (450 euros), sistema de control del ángulo muerto BLIS (400 euros), elevalunas eléctricos traseros (125 euros), gancho de remolque (300 euros), alarma perimétrica (150 euros) y tuercas antirrobo (50 euros).
Ford Fiesta Active+ 1.0 EcoBoost 125 CV