Si fueras un coche, ¿cuál serías? Para mí, es una pregunta difícil de responder. Reconozco que soy algo bipolar. Me encanta vestir de forma elegante pero, a la vez, disfruto con los track days y montando en mountain bike. Pero en algún lugar de Noruega, acabo de darme cuenta de que, tal vez, el Range Rover Velar 2018 sea el coche que habita en mi interior. 

Derivado de la voz del latín velare, que significa ocultar, la nomenclatura Velar se utilizó para denominar el prototipo original de 1969, un automóvil que se desarrolló en secreto con un doble objetivo: combinar la comodidad de un Jaguar XJ, con la eficacia en campo de un Land Rover Defender. 

Cuando el modelo definitivo se presentó, en 1970, el nombre Velar desapareció en favor de la nomenclatura Range Rover. Ahora, casi medio siglo después, la denominación retorna a la gama del fabricante británico. 

Range Rover Velar 2018: primera prueba
Range Rover Velar 2018: primera prueba
Range Rover Velar 2018: primera prueba
Range Rover Velar 2018: primera prueba
Range Rover Velar 2018: primera prueba

Nacido de lo que el fabricante británico denomina "filosofía del reduccionismo", en el Range Rover Velar 2018 es fácil percibir un interesante déjà vu. No se trata de una versión pequeña del Range Rover Sport, ni una versión agrandada del Evoque, pero en el Range Rover Velar 2018, es posible encontrar lo mejor de ambos. 

Y es que, en cierto modo, el Velar es un ejercicio de contradicción. Su elegante carrocería comienza con un frontal que da paso a un capó alargado... y termina con una trasera contundente e inclinada. Por otro lado, su distancia entre ejes, de 2,87 metros -idéntica a la del Mercedes-Benz GLC-, hace que el espacio de las plazas sea mucho mayor de lo esperado. También combina un maletero de 673 litros, propio de un monovolumen, con rasgos de un concept car, como los tiradores que emergen de las puertas. De hecho, es capaz de cosas tan opuestas como abrirse con la pulsera Activity Key o bien, servir para cargar cajas para un fin de semana de acampada.

A pesar de que comparte plataforma de aluminio con el Jaguar F-PACE, el Range Rover Velar 2018 incorpora refuerzos para incrementar sus capacidades fuera del asfalto. Al volante, este SUV no se percibe como un coche normal, sino como un auténtico Land Rover. El conductor va sentado en una posición elevada, lo que le permite tener una amplia perspectiva de lo que sucede por delante, un rasgo habitual en los modelos de la marca. 

Range Rover Velar 2018: primera prueba
Range Rover Velar 2018: primera prueba
Range Rover Velar 2018: primera prueba
Range Rover Velar 2018: primera prueba
Range Rover Velar 2018: primera prueba

Para la ocasión, nos hemos puesto al volante de la variante 3.0 S/C V6 Supercharged, de 380 CV, sobrealimentada por un compresor. De serie, está asociada a la transmisión automática con convertidor de par ZF, de ocho velocidades, capaz de ejecutar los cambios de marcha de forma suave y en el mismo momento en que lo harías tú.

Con esta mecánica, el Range Rover Velar 2018 es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos. También, de convertirse en una cabeza tractora, teniendo en cuenta que su capacidad de remolque es de casi 2.500 kilos.

Por su parte, los amortiguadores adaptativos hacen un gran trabajo, ajustando la dureza de la suspensión, aunque su puesta a punto está más cercana a la de un turismo pensado para rodar por asfalto que a un vehículo todoterreno. Eso se debe, en cierto modo, a que la suspensión trasera multibrazo, que está dotada de muelles helicoidales en las versiones de cuatro cilindros y resortes neumáticos en los V6, hace que el Range Rover Velar 2018 sea un modelo tremendamente estable.

En cualquier caso, sus cotas son razonablemente buenas y, con la suspensión en la posición más elevada, la altura libre al suelo es de 21 centímetros, mientras que la capacidad de vadeo llega a unos excelentes 65 centímetros

Avanzar por superficies como grava, rocas y roderas es fácil, gracias a las numerosas ayudas electrónicas a la conducción, como el control dinámico de la conducción Terrain Response 2, el control de crucero off road All Terrain Progress Control, el control de descensos Hill Descent Control... De hecho, en las montañas de lugares tan impronunciables como Standafjellet (una estación de esquí situada en Noruega), el Velar se muestra cómodo y seguro. Sin duda, es un modelo muy capaz fuera del asfalto. Incluso, con las llantas de 22 pulgadas y los neumáticos de calle de nuestra unidad.

Range Rover Velar 2018: primera prueba
Range Rover Velar 2018: primera prueba
Range Rover Velar 2018: primera prueba
Range Rover Velar 2018: primera prueba
Range Rover Velar 2018: primera prueba

El asiento del conductor es tan refinado como el traje de Gerry McGovern, director de Diseño de Land Rover, y, a la vez, tan cómodo como mi propia almohada. Sin duda, son un sitio perfecto para recorrer cientos de kilómetros sin cansancio. 

Además de la tradicional piel Windsor, en el interior del Range Rover Velar 2018 podemos encontrar la firma de Kvadrat, una compañía textil danesa que colabora en el diseño de mobiliario con algunas de las empresas punteras en el sector, como B & B Italia y Vitra, tal y como se puede comprobar en Architectutal Digest.

La mezcla de lana o el tejido sostenible Miko (que hasta los más estrictos veganos aprobarían), suponen una alternativa innovadora a los tradicionales asientos de cuero. En cualquier caso, la última tecnología y el cuidado por el detalle son dos de las señas de identidad de este Land Rover, como era de esperar en un coche con un precio que arranca en 60.250 euros.

El salpicadero se integra de forma fluida con la consola central, en la que destacan las dos pantallas táctiles de 10,0 pulgadas, situadas una encima de la otra, como si de dos iPad horizontales se trataran. A diferencia de otros modelos, como en el Tesla Model 3, aquí ambos monitores se integran a la perfección, sin dar lugar a ningún tipo de debate sobre su utilidad. 

En el salpicadero tan solo hay cuatro mandos giratorios: el selector de la transmisión automática, los diales del climatizador automático bizona y el mando para subir o bajar el volumen de la radio. Te guste o no, los botones están desapareciendo, como demuestra este Land Rover.

Range Rover Velar 2018: primera prueba
Range Rover Velar 2018: primera prueba
Range Rover Velar 2018: primera prueba
Range Rover Velar 2018: primera prueba
Range Rover Velar 2018: primera prueba

La resolución de ambas pantallas es excelente y su interfaz resulta suficientemente sencilla para que alguien sin entrenamiento sea capaz de localizar la contraseña wifi del coche. En lo referido al sistema de proyección de información en el parabrisas a color Head-up Display y a la instrumentación digital, de 12,3 pulgadas, facilitan toda la información necesaria mientras se conduce. Eso sí, los controles táctiles del volante son demasiado sensibles y es sencillo cambiar los ajustes de audio, sin querer. 

En definitiva, lo que podría haber sido un SUV con demasiados rasgos de personalidad difíciles de encajar entre sí, se ha convertido en un vehículo que reúne lo mejor de dos mundos. Además, desde su aparición, es el modelo con más visitas en el configurador de Land Rover, así que parece que el Range Rover Velar 2018 ha conectado con mucho público. Es la ventaja de ser dos coches en uno...  

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Range Rover Velar P380 4WD Auto

Motor Gasolina, 6 cilindros en V, con compresor
Potencia 380 CV / 450 Nm
Caja de cambios Automática, convertidor de par, 8 velocidades
0-60 mph 5,8 s
Velocidad máxima 250 km/h
Consumo 9,4 l/100 km
Tracción Total
Peso en vacío 1.884 kg
Número de asientos 5
Capacidad del maletero 673 litros
Precio base 77.250 euros