Al parecer, el Reino Unido está barajando la posibilidad de retrasar la prohibición de vender coches nuevos de gasolina y diésel, y aplicarla en el año 2035. Esto supone una prórroga de cinco años respecto al objetivo inicial fijado para 2030, de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, según la BBC.
El objetivo de 2030 se introdujo inicialmente en noviembre de 2020, constituyendo un aspecto crítico de la visión del entonces primer ministro Boris Johnson de una "revolución verde".
A pesar de las reafirmaciones del ministro del ramo, Michael Gove, el pasado mes de julio, el Gobierno británico parece estar contemplando la posibilidad de apartarse de este ambicioso calendario.
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Este plazo de 2030 era originalmente un objetivo más agresivo que el plan de la Unión Europea, que impondrá las cero emisiones a los coches nuevos que se vendan a partir de 2035, eliminando de hecho la matriculación de nuevos modelos de gasolina y diésel. A principios de este año, la UE modificó su plan para permitir los combustibles sintéticos.
Se espera que el actual primer ministro británico, Rishi Sunak, se dirija a la nación en los próximos días para desvelar una serie de flexibilizaciones políticas relativas a las emisiones de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, se ha informado de que no es probable que Sunak dé marcha atrás en el objetivo vinculante del gobierno, consagrado por ley en 2019, de lograr cero emisiones netas para 2050.
Aunque la oficina de Sunak se abstuvo de hacer comentarios sobre especulaciones, un portavoz del gobierno afirmó el firme compromiso con los objetivos de emisiones cero netas.
El portavoz subrayó que el planteamiento del Gobierno daría prioridad al pragmatismo para garantizar que los costes no supongan una carga para las familias trabajadoras del Reino Unido, al tiempo que se mantendría firme en la consecución de las emisiones libres de dióxido de carbono.
No obstante, en la esfera política y entre los defensores del clima aumenta la preocupación, lo que sugiere que Gran Bretaña, bajo el liderazgo de Sunak, puede estar perdiendo la determinación de promulgar políticas climáticas desafiantes, especialmente en vísperas de unas elecciones previstas para el próximo año.

La gestión de Sunak de las políticas climáticas ha sido objeto de análisis, sobre todo después de hacer hincapié en un "enfoque proporcionado" del cambio climático que busca equilibrar las aspiraciones de cero emisiones netas con la necesidad de mantener bajo control los costes de consumo. Sunak defendió el historial británico de reducción de emisiones de carbono, afirmando su superioridad sobre el de otras grandes naciones.
Mientras tanto, la Unión Europea también se ha enfrentado a reacciones en contra de sus políticas. En marzo, Alemania forjó una alianza con otros siete países para oponerse a la prohibición de los motores de combustión interna en 2035, lo que condujo a las recientes concesiones.
Mientras tanto, empresas como Porsche y Lamborghini siguen adelante con el desarrollo de combustibles sintéticos, que se consideran neutros en carbono y podrían ampliar la producción de vehículos de combustión interna más allá de 2035.
Fuente: Automotive News Europe