Don Mitchell, que el próximo año cumplirá 100 años, está rompiendo barreras de edad y estereotipos al revivir su pasión por conducir. Este hombre (nos negamos a llamarle anciano) ejemplifica la idea de que la edad es sólo un número cuando se trata de perseguir los sueños, especialmente aquellos que giran en torno a los automóviles.
El viaje de regreso de Don al asiento del conductor comenzó cuando renunció a su carné a la edad de 94 años por motivos de seguridad. Después de haber disfrutado de cinco décadas conduciendo, no poder seguir haciéndolo fue un momento desgarrador para él.
Sin embargo, el destino le deparaba una grata sorpresa a Don, gracias a la iniciativa 'Together We Can' de la residencia de ancianos Yorkare Homes, con sede en Gran Bretaña.
Galería: Don Mitchel, conductor de 99 años
Conducción por lugares privados
Efectivamente, Don ha vuelto a conducir, pero lo más curioso de todo es que lo ha hecho gracias al programa ¡Young Driver! (Joven Conductor), diseñado principalmente para personas menores de 17 años.
Dicha escuela, que opera en recintos privados de Gran Bretaña, ofrece una manera segura y atractiva para que los jóvenes estudiantes aprendan a conducir y adquieran experiencia, centrándose en habilidades cruciales como la dirección, el cambio de marchas, la frenada, el tránsito por cruces y rotondas, e incluso el estacionamiento en paralelo.
Las investigaciones han demostrado que estas prácticas tempranas de conducción responsable reduce las tasas de accidentes entre los conductores novatos.
A los mandos de un Vauxhall Corsa
Sorprendentemente, Young Driver no impone ningún límite de edad por lo alto y da la bienvenida también a 'veteranos' que albergan el deseo de volver a conducir. De los 1,3 millones de lecciones impartidas en los últimos 14 años, Don Mitchell ha sido el participante de mayor edad hasta la fecha.
Para cumplir su sueño, acudió a la Escuela de Transporte de Defensa en Leconfield, cerca de Beverly, donde le confiaron un Vauxhall Corsa (el equivalente británico del Opel Corsa), equipado con controles duales y un instructor totalmente calificado en el asiento del pasajero.
"Estaba encantado de poder volver a ponerme al volante, porque me rompió el corazón renunciar a mi carné. Mi coche favorito que conduje fue un Morris Minor, era maravilloso y podía ponerlo a punto yo mismo", explicó Don.
"Creo que todavía conducía con bastante seguridad con 94 años, pero llega un momento en el que hay que abandonarlo. Fue fantástico comprobar que no había perdido mis habilidades de conducción y enseguida me habitué al coche".
Fuente: Young Driver