Hay un poco de MINI en este coche. Y un poco de BMW. Y un poco de Opel Adam. Y un poco de Opel Karl más otro poco de Corsa B. Presentado hace 40 años en el salón de Fráncfort (IAA) de 1983, el Opel Junior tuvo un mayor impacto en el futuro de lo que su adorable exterior podría sugerir.

Opel describió el Junior, de 3,41 metros de longitud, como un "animado cuatro plazas para gente joven" que se situaba por debajo del Corsa A, todavía bastante nuevo en aquella época. Un fabricante alemán nunca había fabricado un coche tan pequeño, pero la firma del rayo vio un mercado en crecimiento en la clase subcompacta, con hasta un millón de matriculaciones en Europa en el umbral de la década de 1990.

Opel Junior 1983
Opel Junior 1983

Soluciones ingeniosas

Gert Hildebrand, quien más tarde creó el nuevo MINI, fue el responsable del diseño del Junior. A cargo del interior estuvo un tal Chris Bangle. ¿Te suena? Exactamente, el mismo Bangle de las creaciones controvertidas de BMW, como el Serie 7 (E65).

El aspecto más bien discreto del pequeño prototipo recuerda al Opel Corsa B, que debutó diez años después. El Junior era 38 milímetros más ancho y 85 milímetros más alto que el Corsa A de la época y su coeficiente Cx era de 0,31, un valor bastante bueno, gracias a la sección frontal baja, los faros fuertemente integrados y un paragolpes delantero trabajado como un alerón.

Una rejilla de ventilación entre el spoiler y el borde del techo evitaba que la luneta trasera se ensuciara con la lluvia. Otro punto ingenioso era que en los tapacubos había instrucciones para cambiar los neumáticos de 14 pulgadas.

Opel Junior 1983
Opel Junior 1983

El motor era un 1,2 litros de gasolina con 55 CV. Según los cálculos, el Junior debía acelerar hasta 100 km/h en menos de 15 segundos y alcanzar hasta 150 km/h. El consumo a 90 km/h constantes estaba fijado en 4 litros. En combinación con el depósito de 38 litros, permitiría teóricamente una autonomía de más de 900 kilómetros.

El techo de la versión básica del Opel Junior consistía en una pieza de plástico con dos partes. Podía sustituirse por uno de tela plegable u otro de cristal. El portón trasero también estaba dividido en dos partes. Como los pilotos estaban integrados en el paragolpes, la abertura de carga era casi tan ancha como todo el coche.

Interior muy práctico

Sin embargo, el interior del Junior era lo más destacado: la tapicería de los cuatro asientos podía utilizarse como sacos de dormir o mantas, y la radio y los altavoces eran extraíbles.

El asiento trasero podía abatirse hacia delante con un simple movimiento de muñeca y servía entonces como maletero detrás de los dos asientos delanteros, para una capacidad máxima de 768 litros. 

Opel Junior 1983

El interior de las puertas ofrecía mucho espacio para diferentes 'trastos', gracias a un mecanismo especial para accionar las manivelas de las ventanillas.

El salpicadero se basaba en la tecnología modular, mostrando en pequeños cubos todo tipo de información, como cuentarrevoluciones, reloj o un "sistema de navegación" (así lo explicó Opel en 1983), tal y como puedes ver en las fotos de arriba.

Incluso se llegó a plantear un paquete todoterreno con tracción a las cuatro ruedas y altura libre al suelo variable, pero los elevados sueños de los diseñadores e ingenieros de Opel se quedaron en nada. Entendemos que no se quiso restar ventas al Corsa A.

El Opel Maxx, otro prototipo parecido, le siguió en 1995. No fue hasta 2000 cuando el Agila A, de 3,54 metros de longitud, completó la gama de modelos por abajo, seguido por el Agila B, el Adam y el Karl. Por cierto, ¿sabes cuál era el nombre en código interno del Opel Adam? Sí, Junior.