La Universida Politécnica de Milán lo ha bautizado como '1000-MAD' (1000 Miglia Autonomous Drive). Traduciendo la palabra 'loco' del inglés, este proyecto, que pretende hacer que un Maserati MC20 Cielo sea capaz de circular solo, sin conductor, por la ruta de las 1000 Miglia, puede definirse como una acción un poco atrevida, valiente y, por tanto, 'loca'... en el buen sentido de la palabra.

De hecho, la 1000 Miglia 2023 se convertirá en el primer experimento, a nivel mundial, en el uso de un vehículo de conducción autónoma en una distancia de más de 1.500 km, abordando algunos tramos del recorrido de la edición de este año (las travesías de las ciudades de Bérgamo, Brescia, Milán, Ferrara, Módena y Parma). Todo un reto para el modelo estrella de Maserati.

El siguiente paso será participar en la 1000 Miglia de 2024 en modo de conducción autónoma a lo largo de todo el recorrido, respetando las normas del Código de Circulación, tal y como prevé la carrera por etapas de regularidad histórica, que se desarrolla mezclada con el tráfico normal de automóviles.

Galería: Maserati MC20 Cielo 2022

Un proyecto de investigación sobre carreteras 'reales'

Además de la colaboración entre la 1000 Miglia, Maserati y otros patrocinadores y socios técnicos, esta iniciativa cuenta con el patrocinio del MOST (Centro Nacional de Movilidad Sostenible) y el apoyo del Ministerio de Infraestructuras y Transportes italiano, así como de los municipios que proporcionarán las autorizaciones para la conducción autónoma del MC20.

Tras la 1000 Miglia de 2023, el equipo de investigadores dirigido por el profesor Sergio Savaresi trabajará durante un año en el desarrollo de la inteligencia artificial, entrenando al Maserati MC20 Cielo en un recorrido con características similares a las de la 1000 Miglia: carreteras municipales, provinciales y estatales y, en parte, incluso tramos de autopista.

Participan varios Departamentos de la Universidad Politécnica de Milán, para ocuparse no sólo de la parte tecnológica, sino también del diseño del vehículo (y otros aspectos como la vestimenta del equipo), la comunicación y la gestión directiva de un proyecto muy complejo, en coordinación con el Observatorio del Coche Conectado y la Movilidad.

Superdeportivo italiano de conducción autónoma

La decisión de utilizar el Maserati MC20 Cielo permite reconectar simbólicamente con el pasado de una carrera como las 1000 Miglia (en la que participa una marca histórica como la firma del Tridente), y también representar las tecnologías más modernas de los superdeportivos italianos, que van de la mano de la vanguardia científica de la inteligencia artificial, estudiada en la universidad milanesa.

Un copiloto humano

Como exigen las autorizaciones para este tipo de pruebas en carretera, siempre habrá un copiloto humano en el MC20 para supervisar las decisiones de los sistemas de conducción autónoma: Matteo Marzotto, que ha participado en varias ediciones de la histórica 1000 Miglia.

Se crea así otro vínculo simbólico entre el futuro del automóvil, gracias al proyecto 1000-MAD, y su pasado, celebrando el 70º aniversario de la victoria de Giannino Marzotto (tío de Matteo) en la 1000 Miglia de 1953.

Este vínculo entre el conductor humano y la inteligencia artificial se reproducirá físicamente mediante un objeto de arte moderno, en fase de desarrollo en el Departamento de Diseño de la Universidad Politécnica, presentado en la inauguración de las 1000 Miglia y que acompañará a Matteo Marzotto durante todo el recorrido.

Maserati MC20 Cielo 2022

La conducción autónoma en Italia

Saliendo de Brescia y llegando a Roma para luego regresar, completar la 1000 Miglia en un prototipo de conducción autónoma es también una oportunidad para presentar esta nueva frontera de la movilidad a los conductores del futuro.

De hecho, el Observatorio del Coche Conectado y la Movilidad de la Politécnica de Milán ha recogido datos que dividen al 50% a los que están a favor y a los que están en contra del uso de coches con conducción autónoma.

Entre las razones de los que están a favor está la posibilidad de poder realizar otras actividades durante el trayecto (45%) y una mayor seguridad (31%); mientras que a los que están en contra no les convence tener que dejar el control del coche a la inteligencia artificial (37%) y se sienten menos seguros (33%).