La policía estatal de Texas, en Estados Unidos, acaba de sumar a su flota de automóviles un modelo americano muy especial, en concreto un salvaje Dodge Challenger SRT Hellcat Redeye preparado que supera con creces los 1.000 CV de potencia.
Si te estás preguntando qué demonios hace un coche con tanta potencia y con tanta sed de gasolina en una flota policial, te diremos que se trata en realidad de un coche incautado.
Al parecer, lo requisó la policía en abril del año 2021, después de que su conductor se viera involucrado en peligrosas carreras callejeras ilegales e intentara escapar a velocidades superiores a 250 km/h y con una conducción errática, según la policía.
Posteriormente, un juez adjudicó el coche al departamento de seguridad pública del estado, Texas Department of Public Safety (DPS), por lo que ahora este SRT se ha pasado al bando contrario.
Según el propio departamento de seguridad texano, el coche ha pasado de "evadir a las fuerzas del orden en el condado de Harris a cazar ahora criminales por Texas".
Quizá lo más interesante de todo es que el coche en cuestión no es un SRT Hellcat cualquiera, sino un ejemplar modificado. De hecho, su motor 6,2 litros V8 sobrealimentado por compresor ofrece una potencia muy superior a los 808 CV del Redeye de fábrica.
Si bien no sabemos qué tipo de modificaciones incluye, la policía ha indicado en su publicación en Facebook que el coche tiene una potencia de 1.095 CV, así que podría llevar instalado un compresor volumétrico de mayor tamaño.
Como ves, el coche ha recibido la decoración en blanco y negro de los Texas State Trooper, la policía estatal, y del Texas Highway Patrol, gracias al trabajo de vinilado de Black Diamond Customs. Tampoco faltan luces de emergencia o los logotipos del Texas DPS.
Fuente: Texas DPS vía CarScoops