El Lamborghini Diablo es el antecesor del Murciélago, pero incluso antes de que la trayectoria de este espectacular superdeportivo italiano llegara a su fin (en 2001), ya había gente trabajando en su sustituto.
El heredero del Diablo empezó a tomar forma en 1996, cuando el Zagato Raptor debutó en el salón de Ginebra de ese año, obra del famoso carrocero milanés en colaboración con la propia Lamborghini, entonces propiedad del grupo indonesio Megatech.
Galería: Zagato Raptor (1996)
La base era un Lamborghini Diablo VT
La base del extraño Zagato Raptor era un Diablo VT, con tracción total y un motor V12 de 5,7 litros que desarrollaba 492 CV de potencia y 580 Nm de par motor. Completamente nueva era la carrocería de fibra de carbono, diseñada por el entonces jefe de diseño de Zagato, Nori Harada, para el campeón suizo de skeleton, Alain Wicki.
El diseño con la nueva tecnología informática CAD/CAM permitió a Zagato pasar del dibujo al prototipo en funcionamiento, en solo cuatro meses, sin necesidad de un modelo intermedio a escala.

Fibra de carbono y 300 kilos menos
Las formas de la carrocería eran decididamente más redondeadas y ofrecían algunos de los rasgos estilísticos típicos de Zagato, empezando por la doble joroba en el techo. Por otro lado, el acceso al habitáculo, a través de una gran superficie abatible en la parte delantera que integra las puertas laterales y el parabrisas, era realmente único y al más puro estilo de los coches de salón.

El techo, sostenido por un parabrisas y una barra antivuelco tubular, era desmontable para transformar el Zagato Raptor en un deportivo de techo abierto, al estilo de los Targa.
El chasis tubular contribuía, junto con la carrocería de fibra de carbono, el interior minimalista, la eliminación del control de tracción y el ABS, y las llantas de aleación de magnesio, a la reducción de peso de unos 300 kilos.

El tratamiento de 'adelgazamiento' del Raptor dio como resultado un peso en vacío de unos 1.300 kilogramos, una velocidad máxima de 320 km/h y un tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h inferior a los 4,0 segundos.



Hoy vale un millón de euros
En el momento de su presentación, el Zagato Raptor se consideraba como un coche listo para la producción, pero siguió siendo una pieza única, que más tarde inspiró las líneas del Lamborghini Canto, el fallido sustituto del Diablo.

No es casualidad que el Canto, también diseñado por Harada para Zagato, tomara muchas de las formas del Raptor, pero la nueva propiedad del Grupo Volkswagen (es decir, Ferdinand Piech) rechazó el proyecto, dando lugar al exitoso Murciélago de 2001.
El Zagato Raptor permaneció en propiedad de Wicki hasta el año 2000, cuando se vendió en una subasta de Bonhams por unos 200.000 euros. En 2019, el mismo ejemplar único cambió de manos en una subasta de RM Sotheby's, por algo más de un millón de euros.
Fuente: RM Sotheby's