Antes de enfrentarse a un viaje o un largo trayecto, conviene saber qué seguros de coche cubren las averías mecánicas, de cara a evitar inconvenientes. En este sentido, puede tratarse de una avería puntual que puede solucionarse en el momento o algo más complicado que requiera que el vehículo deba permanecer en un taller.
Pues bien, no todos los seguros de coche por más completos que sean cubren estos percances. De hecho, se cree que los seguros a todo riesgo cubren por defecto estos daños materiales, sin embargo, no es así. Por eso, hay que leer detenidamente las condiciones generales sobre averías mecánicas para saber si se está cubierto o no.
Cómo cubrir esta incidencia
Lo más probable es que haya que optar por un producto asegurador complementario, de hecho, hoy en día existen pólizas de seguros cuyo objeto principal es cubrir este tipo de averías del coche. Así, se pueden contratar los llamados seguros de pérdidas pecuniarias, que son contratos donde la asegurada indemnizará al asegurado cubriendo los costes de las reparaciones necesarias.
En este tipo de seguros se incluyen tanto la mano de obra como las piezas que hayan hecho falta para subsanar la avería, tanto si es eléctrica como mecánica. La aseguradora, al garantizar las pérdidas pecuniarias o lo que es lo mismo el rendimiento económico del asegurado, está obligada a hacerse cargo del coste de la reparación.
Eso sí, para que cualquier avería esté cubierta hay que mirar bien las condiciones de la póliza, porque por lo general, solo se cubren las que están incluidas de manera específica en ella. En general, lo que se incluye son, por ejemplo, la caja de cambios, puente, refrigeración, turbocompresor, circuito de frenos, equipamiento eléctrico, dirección, climatización, embrague, chasis, motor, entre otros.
En este aspecto, hay que tener en cuenta que hay averías que no se suelen incluirse en estos seguros. Un ejemplo es la sustitución de piezas o reparación de las mismas que se deban al desgaste o uso normal del vehículo. Se incluyen el embrague, amortiguadores, escape, pastillas de freno, tambores de freno o discos del vehículo.
Otros aspectos a considerar
Hay que saber que existe un límite económico en lo que se refiere a la posible indemnización que se vaya a recibir. Hay una cantidad máxima de indemnización que va a depender mucho del tipo de vehículo. En el cálculo influyen la antigüedad del mismo, el número de kilómetros, así como la modalidad de seguro contratada.
Por otra parte, existen varios seguros que ponen como límite de la indemnización el valor del vehículo, es decir, el valor del mercado o valor venal. También cabe destacar que cuando se habla de avería mecánica, eléctrica o electrónica se está hablando de esa pieza que queda inutilizada. En esta definición no se incluye lo que es la reducción gradual del rendimiento.
No hay que olvidar que el objetivo principal de este seguro específico de averías es el cubrir las averías mecánicas tal y como indica su nombre. Por lo tanto, es un adicional o complemento al seguro tradicional de coches. Y es ahí donde viene la dificultad de este seguro, hay que detectar la avería, demostrar su existencia.
Para aquellos casos en que la avería no esté cubierta no quedará más alternativa que asumir los gastos de la reparación. Por eso es fundamental leer muy bien la póliza antes de la firma y seleccionar aquel seguro que incluya más averías.
Por último, no todos los vehículos pueden suscribirse a este seguro. Las aseguradoras generalmente tienen ciertos requisitos y exigencias. Un ejemplo de ello es que tenga matrícula española, determinado número de kilómetros, o que no se utilice para servicio público, entre otros requisitos.