Scooby Dooby Doo, ¿dónde estás? La mítica frase de Shaggy tiene respuesta. No te puedes perder esta Ford Econoline de 1978 transformada en la Máquina del Misterio, la furgoneta que empleaban los investigadores de la serie de dibujos animados. 

Piden por ella 11.500 dólares, que son al cambio actual 10.500 euros. El exterior viene decorado con la famosa combinación azul y verde con flores naranjas. Pero además se han añadido adhesivos que muestran a Velma y Daphne en la ventana trasera izquierda.

Por su parte, Shaggy y Scooby-Doo aparecen por los cristales traseros, pero Fred no, porque quitaría mucha visibilidad si se incluyera en alguna de las ventanillas delanteras. Por cierto, el vendedor señala que la calabaza ya no se encuentra en el techo.    

Galería: Ford Econoline 1978 Máquina del Misterio

Pero si te gusta el exterior del vehículo, vas a flipar con el interior. El suelo está tapizado con una alfombra verde brillante y, para los asientos y el salpicadero, se emplea una tapicería púrpura. Además, un sofá naranja con ribetes morados ofrece un lugar para sentarse.

Asimismo, hay una cama trasera, que tiene un colchón verde, una almohada morada y una manta de Scooby-Doo. Para completar la temática, el interior está decorado con objetos de Scooby-Doo. Hay cómics enmarcados en la pared y en la base de la cama, además de pósters. ¡Qué recuerdos de mi infancia!

Tal y como informa el anuncio de venta, esta Econoline cuenta con un motor de seis cilindros en línea que trabaja junto a un cambio manual de cuatro velocidades. El vendedor asegura que alcanza sin problemas las 65 mph (105 km/h).

No todo es perfecto en el vehículo, ya que carece de limpiaparabrisas, a pesar de que funciona el motor que los acciona. Además, el retrovisor derecho no está bien fijado y se mueve, y hay algunas burbujas en la pintura. Por último, el colector de escape necesita un reemplazo temprano.   

El que se anime a comprar la Máquina del Misterio va a llamar la atención allá por donde vaya. Lástima que se encuentre en Walden, dentro del estado de Nueva York, y no en Europa, porque alguno se animaría a hacer un largo viaje para traerla a su casa.