Para muchos, el Fiat Croma original, de 1985, fue el último buque insignia del fabricante italiano. Una alternativa a modelos alemanes que no destacaba por un diseño emocional, elegante o exótico, especialmente frente a sus coetáneos, como el Alfa Romeo 164, el Lancia Thema y el Saab 9000.

Tres modelos que no mencionamos por casualidad, ya que todos ellos, incluido el Croma, fueron el resultado de un proyecto conjunto. A pesar de que las sinergias entre grupos automovilísticos pueden verse como algo actual, en realidad no son algo tan nuevo.

Galería: Fiat Croma (1985-1994)

Sucesor del Argenta

El por entonces nuevo Fiat Croma llegó para suceder a un modelo que no tuvo demasiada fortuna a nivel comercial, el Fiat Argenta, entre otras cosas por su planteamiento, decididamente antiguo tanto desde el punto de vista técnico como en cuanto a estilo y tecnología.

El punto fuerte del Croma fue, sin duda, su habitabilidad y capacidad de carga, especialmente gracias a su gran portón trasero. Hablamos de un modelo que medía 4,5 metros de largo, 1,76 de ancho y 1,43 de alto, con una distancia entre ejes de 2,66 metros.

fiat croma

El diseño de la carrocería, de dos volúmenes y medio (hoy los llamados fastback), estuvo a cargo de Giugiaro, quien logró un aspecto bastante diferenciado frente a los otros tres modelos mencionados, con los que compartía base técnica, empezando por alejarse de la berlina clásica de tres volúmenes.

Mientras que hoy en día el despliegue tecnológico se mide por la cantidad de pantallas y zonas táctiles repartidas por el salpicadero, o por una instrumentación digital, hace más de tres décadas, el grado de modernidad parecía dado por la cantidad de luces de colores del cuadro de instrumentos.

fiat croma

En este sentido, el Croma no resultaba especialmente interesante, con un diseño interior más bien encillo, como puedes apreciar en la fotografía. 

Como ya hemos comentado, el espacio disponible era la principal baza del Croma, ya que resulta increíble la cantidad de sitio para ocupantes y para equipaje que los ingenieros italianos lograron 'exprimir' en apenas 4,5 metros (4.495 mm) de carrocería.

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Además, la parte trasera prescindía de túnel de transmisión y gozaba de un suelo plano, lo que significaba que podían viajar cinco personas mejor que en algunos coches modernos. Dicho esto, hay que añadir que la normativa de seguridad vigente hoy en día impone muchas más obligaciones a los diseñadores. 

Por supuesto, el Croma no contaba con los mejores acabados, y de hecho algunos plásticos resultaban inaceptables para el segmento de mercado que ocupaba el modelo. En cualquier caso, el equipamiento que ofrecía no estaba mal para la época.

fiat croma

De serie se incluían los elevalunas eléctricos delanteros, cierre centralizado, faros halógenos, luneta trasera calefactada, reposacabezas delanteros, cinturones de seguridad delanteros, volante regulable en altura y, en las versiones diésel (dado el peso del motor), también había dirección asistida.

Entre los opcionales más interesantes encontramos el ABS, el asiento trasero dividido, los cinturones de seguridad traseros, el techo solar, el espejo retrovisor derecho y, solo en los modelos de gama alta, el aire acondicionado, los asientos de cuero, los espejos calefactados y de ajuste eléctrico, o la suspensión autonivelante.

Fiat Croma (1985-1994)

Motores

La gama de motores contaba con seis opciones, cuatro de gasolina y dos diésel. El más interesante de los seis era el 2.0 CHT (90 CV y 169 Nm de par, para una velocidad máxima de 180 km/h y 11,8 segundos de 0 a 100 km/h), que contaba con el sistema Controlled High Turbolence (CHT) de Yamaha, uno de los primeros sistemas de admisión de geometría variable producidos en serie, que ofrecía un menor consumo de combustible en conducción urbana y un funcionamiento más suave a bajas revoluciones. 

En cuanto a los diésel, en junio de 1988 debutó un motor destinado a hacer historia: se trataba del Croma Turbo D i.d., de cuatro cilindros y 1.929 cm3, el primer turbodiésel producido en serie para automóviles con inyección directa de diésel (de Bosch).

fiat croma

Sin precámara y con el gasóleo inyectado directamente en los cilindros, consumía un 20% menos que un motor comparable con inyección indirecta. El principal inconveniente de esta innovación era el elevado ruido de funcionamiento, especialmente en frío.

El primer gran restyling

Tras varias actualizaciones ligeras, el primer gran restyling del Croma debutó en febrero de 1991. En el exterior, el trabajo más importante se realizó en el frontal, inspirado en modelos más recientes como el Uno, el Tempra y el Tipo, mientras que en el interior había un salpicadero rediseñado.

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Los motores también fueron retocados, todos ligeramente más potentes y eficientes. El Croma V6, por su parte, data de 1993 y cuenta con un motor Alfa Romeo de 2,5 litros y 159 CV de potencia, disponible en opción con una caja de cambios automática de cuatro velocidades. Aquella versión era capaz de alcanzar los 215 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 8,3 segundos.

Llegados a 1995, Lancia sustituye el Thema por el Kappa, mientras que Alfa Romeo se prepara para sustituir el 164 (que luego retrasa hasta 1998, año en que se lanza el 166). ¿Y Fiat? Salió de la escena para evitar la canibalización dentro del Grupo.

Es una pena, pero el Fiat Croma desapareció del catálogo a principios de 1997, para volver en el año 2005, con una fórmula completamente diferente: mitad monovolumen, mitad familiar. Pero esa es otra historia...