Mercedes-Benz ha empezado muy mal el año 2022. El fabricante alemán tiene que llamar a revisión a 800.000 coches en todo el mundo, pero el mayor problema es que aún no dispone de las piezas necesarias para reparar todos los vehículos afectados.
Revelada por el diario alemán Bild y luego confirmada por la firma de la estrella, la información indica que estos cientos de miles de coches fabricados entre enero de 2017 y octubre de 2021 tienen un problema con la bomba de agua.
Nuestros compañeros de Motor1.com en Estados Unidos se han puesto en contacto con la marca germana, que ha asegurado que este problema solo afecta a los modelos con motores turbodiésel.
"En este caso, la entrada de refrigerante en el sistema puede dañar varios componentes. Si las válvulas de los interruptores eléctricos entran en contacto con el refrigerante, la temperatura de las respectivas piezas puede, en casos aislados, aumentar con el tiempo debido a una reacción electroquímica", explicó un portavoz de la marca.


La bomba de agua es en algunos casos defectuosa, lo que puede provocar fugas que no hay que descuidar, ya que puede aumentar considerablemente el riesgo de incendio.
Mercedes-Benz no niega este problema, pero desgraciadamente no puede lanzar una campaña de retirada porque las piezas no están disponibles debido a la crisis del coronavirus que ha limitado profundamente a sus proveedores. El fabricante llamará a los 800.000 coches lo antes posible, pero aún no se ha dado ninguna fecha.
En una carta enviada a los propietarios, Mercedes-Benz pide que se conduzca el vehículo "con cuidado y se reduzca su uso al mínimo". Además, se pide a los propietarios que ya han sido contactados que hablen con su concesionario más cercano lo antes posible para dejar su coche.
Los modelos afectados:
- Clase C (W205)
- CLS (C257)
- Clase E (W213d)
- Clase E Coupé/Cabriolet (C/A238)
- Clase G (W463)
- GLC (C/X253)
- GLE/GLS (W/X167)
- Clase S (W222 y W223)