Los últimos rumores aseguran que el fabricante surcoreano SsangYong, que declaró la bancarrota el pasado mes de diciembre de 2020 y está actualmente en suspensión de pagos, podría tener una segunda vida gracias a su adquisición por parte de otro fabricante de vehículos.
Según la publicación Nikkei Asia, SsangYong habría elegido al conglomerado encabezado por Edison Motors como su comprador predilecto. Es posible que el nombre no te suene, ya que es una empresa emergente o startup nacida hace solo seis años y dedicada a la fabricación de vehículos eléctricos.
La compañía fue fundada en el año 2015 y fabrica principalmente autobuses y camiones comerciales de cero emisiones. La adquisición de SsangYong podría tener que ver con su intención de dar el paso al mercado de turismos de pasajeros.
El acuerdo de compra, que se espera sea finalizado y firmado a finales del mes de noviembre, podría alcanzar una cifra de 260 millones de dólares, el equivalente a 223,2 millones de euros al cambio actual, aproximadamente.
Lo cierto es que la historia de SsangYong Motor no ha sido precisamente un camino de rosas. Nacido originalmente en el año 1986, el cuarto fabricante de automóviles de Corea del Sur se dio a conocer a partir de 1991, gracias a su acuerdo con Daimler para fabricar un SUV con tecnología de Mercedes-Benz.
Después, en el año 1997, la firma Daewoo compró una parte importante de SsangYong, que le permitía control sobre la compañía, aunque Daewoo vendió pronto su participación. Ya en 2004, el gigante chino SAIC compró un 51% de SsangYong.

Un lustro más tarde, en 2009, la compañía declaró unas pérdidas de 72,45 millones de dólares (unos 62,2 millones de euros al cambio actual) y fue adquirida por Mahindra & Mahindra dos años después, en 2011, por un precio de 463,6 millones de dólares.
A pesar de todo, SsangYong no ha evitado volver a pasar por momentos difíciles y acabar teniendo de nuevo problemas con el endeudamiento. Los 260 millones que podría estar dispuesto a pagar Edison Motors por la firma supone un 56% del precio que pagó Mahindra hace una década.
Fuente: Nikkei Asia