El millón de kilómetros es una cifra mágica. Muy pocos turismos llegan a este kilometraje, y es que no es nada sencillo. Para poder alcanzar este logro hay que tener en cuenta una serie de aspectos que nos pueden ayudar.
Inocencio Galán es un taxista de Montánchez (Cáceres), que suma más de un millón de kilómetros en su Peugeot 5008. El profesional del transporte nos ha dado una serie de consejos y advertencias para que nosotros también podamos alcanzar dicha cifra en el cuentakilómetros.
El ejemplar con el que Galán ha cubierto el millón es un Peugeot 5008 Active 2.0 HDi 150 del año 2013. Este vehículo posee un motor turbodiésel de cuatro cilindros en línea y 2,0 litros, capaz de entregar 150 CV de potencia a 3.750 rpm y 340 Nm entre 2.000 y 2.750 vueltas. Dicha fuerza se distribuye a las ruedas delanteras a través de una caja manual de seis marchas.
Esta unidad ha logrado aguantar tal kilometraje con una mecánica bastante fiable, pero hay diversos factores que condicionan la salud del vehículo, y que dependen del usuario, como las revisiones, cuidado o estilo de conducción. Las siguientes recomendaciones no son solo para un Peugeot 5008, sino que se pueden extrapolar a cualquier turismo que desee ver los seis '9' en su marcador.

Revisar todas las piezas del coche
El primer consejo para incrementar la vida del automóvil es realizar todas las revisiones a su debido tiempo, es decir, seguir las recomendaciones del fabricante en cuanto al número de kilómetros con los que habrá que sustituir distintas piezas o fluidos.

En el caso del 5008 de Inocencio, el aceite y su filtro se han cambiado cada 15.000 kilómetros, mientras que el filtro del gasóleo y del aire se han sustituido cada 30.000 kilómetros. Otro elemento clave son los neumáticos, el único componente del coche que está en contacto con el asfalto, y a los que hay que echar un vistazo regularmente para comprobar su estado, además de sustituirlos en torno a los 35.000 o 40.000 kilómetros, en función del desgaste.

Una pieza importante para nuestra seguridad son los frenos, que hay que saber cuidar. Dependiendo de nuestra forma de conducción, pueden durar mucho, como ha logrado el taxista cacereño, que alcanzó los 200.000 kilómetros en los discos delanteros y 700.000 kilómetros en los posteriores, aunque hay que puntualizar que gran parte de este kilometraje lo hizo en autopista, donde apenas se hace uso de los mismos.

Lo recomendable es no abusar de ellos y anticiparse a la frenada, como sucede en los semáforos. Si observamos que está en rojo, en lugar de dar un fuerte 'zapatazo', podemos decelerar soltando el acelerador e ir disminuyendo el impulso con el freno motor. No obstante, es recomendable la sustitución de las pastillas y discos de freno entre 60.000 y 80.000 kilómetros.

Un elemento más que hay que revisar es la correa de la distribución, que en este caso la casa aconseja cambiar cada 180.000 kilómetros, aunque siempre es mejor ser algo más conservadores y renovarla algo antes, a los 150.000 kilómetros, por ejemplo.
A pesar de que esto son estimaciones del kilometraje que pueden soportar las distintas piezas, no hay nada exacto, por lo que debemos comprobar el estado del vehículo y mantenerlo limpio y en buenas condiciones para mejorar nuestra seguridad.

¿Cómo se debe conducir?
Hasta aquí la parte mecánica, esencial para que un vehículo sobreviva muchos años, pero la clave principal está también en nosotros mismos. Nuestra manera de conducir hace que el coche fluya por el asfalto o, por el contrario, sufra en cada metro que recorre.

Para que el automóvil aguante más de lo que se espera, se ha de conducir de forma suave, anticipándose en todo lo posible a los movimientos, además de mantener una velocidad constante y no estar acelerando y frenando bruscamente.
Un ejemplo práctico, y que se puede ejercitar mucho en ciudad es que, ante un badén, en lugar de frenar fuerte ante el obstáculo, podemos soltar el pedal del acelerador e ir bajando de marcha con más tranquilidad. Así, el freno motor irá decelerando el vehículo y no se tendrá que accionar el freno, o en todo caso en menor medida. Es cierto que con esta conducción se irá algo más lento, pero si queremos llegar a nuestro destino de manera segura y con el coche en buen estado, es lo más recomendable.

Otro consejo para mantener con salud el vehículo es circular en el rango de revoluciones correctas, en torno a las 2.200 y 2.300 rpm a 120 km/h en autopista en el caso del Peugeot 5008 con motor turbodiésel, en sexta velocidad. Gracias a ello, el motor lo agradecerá a largo plazo y el consumo no se disparará.
Algo que sucede de manera bastante común es el uso del punto muerto, algo que está casi prohibido para alcanzar el objetivo del millón de kilómetros. Es cierto que se ha de usar en determinadas circunstancias, pero la falsa creencia de que ahorra combustible hace que muchos se excedan en su uso y puedan dañar el propulsor.

A todo esto hay que sumar otro método para mejorar el estado del motor. Parece algo difícil de entender para novatos en mecánica, pero es muy sencillo de llevar a cabo. Hablamos de la llamada regeneración, que consiste en circular unos 8 o 10 kilómetros con el vehículo a altas revoluciones, en torno a las 3.000 vueltas, para subir la temperatura del motor y que se eliminen las acumulaciones en el filtro de partículas. Esta acción se puede hacer cada 8.000 y 10.000 kilómetros y mejorará el funcionamiento del bloque, en este caso, de ciclo diésel.

Son pocas, pero concisas, las recomendaciones que hay que seguir para alcanzar el millón de kilómetros, como ha hecho este 5008. También hay que añadir un poco de suerte para que la mecánica aguante, pero si se toman estos consejos, las posibilidades aumentan exponencialmente.