El Lotus Emira se embarca en la conquista de Estados Unidos. El último modelo de la firma inglesa ha estado presente en el trazado de Laguna Seca, con todo un campeón mundial de la máxima categoría del automovilismo a los mandos.
Jenson Button ha sido el encargado de conducir el Emira en la pista californiana. Esta es una de las primeras apariciones públicas del deportivo, el último con motor térmico de los de Norfolk antes de su reconversión hacia los vehículos eléctricos.
Galería: Lotus Emira en Laguna Seca
El piloto, campeón del mundo de Fórmula 1 en 2009 con el equipo Brawn GP, estuvo durante varias jornadas en California con motivo de la Monterey Car Week, que acabó el pasado 15 de agosto con el conocido evento Pebble Beach Concours d'Elegance.
El británico participó en la exposición dedicada a coches históricos y contemporáneos, además de dar a conocer el Radford Type 62-2, un bólido en el que ha estado trabajando, junto al diseñador Mark Stubs y el especialista Ant Anstead.

Button aprovechó la ocasión para ser una de las primeras personas en ponerse al volante del Lotus Emira. El inglés salió satisfecho con las sensaciones de conducción, además de aprobar el sonido del motor de seis cilindros durante las vueltas de prueba en el trazado de Laguna Seca.

Este deportivo tiene el honor, y la carga, de ser el que sustituye a tres modelos míticos de la firma, el Elise, el Exige y el Evora. Para ello, cuenta con dos versiones en lo que a motores y transmisiones respecta.

Es posible elegir entre el bloque V6 sobrealimentado de 3,5 litros de Toyota, que entrega 400 CV de potencia, o el motor AMG de cuatro cilindros y 2,0 litros, capaz de ofrecer 364 CV. En cuanto a la transmisión, se puede seleccionar una automática de doble embrague de siete velocidades o una manual de seis marchas.
El chasis está fabricado con materiales ligeros, lo que facilita una reducción del peso. El Emira marca 1.360 kilogramos en la báscula, poco más que un Fiat 500X. Esto le permite pasar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos, además de poder alcanzar los 290 km/h de velocidad punta.
Lotus ha creado este deportivo para despedirse de los propulsores de combustión interna. Cuando un campeón de Fórmula 1 lo pone a prueba en un trazado y solo da valoraciones positivas, es sinónimo de un trabajo bien hecho.