Si a alguno no le parece lo suficientemente lujoso el Bentley Flying Spur (¡qué exigente!), la marca británica le propone el acabado Mulliner, lo más de lo más en cuanto a componentes premium. Y eso, en Bentley, son palabras mayores...

Estéticamente, el coche se distingue por el patrón de doble diamante en la parrilla y las tomas de aire inferiores, así como por los diferentes acabados cromados. Además, la estatuilla Flying B se despliega e ilumina de forma electrónica.  

La inscripción Mulliner aparece en las salidas de ventilación laterales, mientras que las cubiertas de los retrovisores vienen en color plata satinado. También debemos detenernos en las enormes llantas de aleación de 22 pulgadas, con acabado pulido y detalles en gris. 

Galería: Bentley Flying Spur 2022

En el interior, el Mulliner puede elegirse con ocho combinaciones personalizadas de tres colores. Una de las opciones se llama Ascot e incluye una mezcla de cuero Azul Imperial, cuero color Camel y micropiping blanco. También están el Flair, que combina los tonos Hotspur y Beluga, y el Sirius, en color Brunel y detalles plateados.

Este Flying Spur de clase superior viene además de serie con asientos con patrón en diamante y cuero tridimensional en los paneles de las puertas. 

Los ocupantes de la parte trasera disponen de mesitas tipo avión de accionamiento eléctrico con superficies chapadas. Las consolas central y trasera tienen un acabado fresado y el reloj Mulliner del salpicadero cuenta con una superficie plateada cepillada.

El Mulliner se entrega con llaves encuadernadas en cuero, en una caja de presentación hecha a mano, que tiene la misma combinación de colores que el interior seleccionado por el comprador de la berlina.

Este es el primer modelo Mulliner que está disponible con un sistema híbrido enchufable. Los clientes podrán elegir entre esta variante PHEV con 544 CV, un motor 4.0 V8 biturbo de 550 CV o el propulsor 6.0 W12, también con dos turbocompresores, de 635 CV.