En Reino Unido, mientras un coche de policía circulaba tranquilamente en medio del tráfico, el conductor de un BMW i8, que evidentemente tenía demasiada prisa, pasó a toda velocidad por el arcén, a pesar de que había un gran atasco.
En un abrir y cerrar de ojos, la patrulla policial salió a toda prisa para alcanzar al infractor. Al principio, el conductor puso el intermitente y redujo la velocidad, pero de repente cambió de opinión. ¿El resultado? Una espectacular persecución de varios minutos, que puedes ver en el vídeo adjunto.
A pesar de poner todo el empeño del mundo, el BMW i8, un deportivo híbrido enchufable con nada menos que 374 CV, no pudo dejar atrás a la policía. Cuando el coche llegó a una zona verde, el pasajero abrió la puerta y huyó con una bolsa en la mano.
El BMW volvió a arrancar, pero después de intentar huir sin éxito, el conductor se detuvo, frenando poco a poco y sin olvidarse de poner el intermitente, como si fuera un ciudadano ejemplar.
Resulta que el conductor de 39 años y su pasajero de 40 eran traficantes de drogas. Según la descripción del vídeo, el pasajero fue detenido unos minutos después cuando intentaba huir en la parte trasera de un taxi.
Posteriormente, la policía descubrió cinco paquetes de un kilo de cocaína que el propio pasajero del BMW i8 había arrojado a los arbustos para librarse de los cargos que se le pudieran imputar.
Los dos hombres fueron juzgados y condenados a seis y siete años de prisión, respectivamente. Recordarán su persecución completamente ridícula durante mucho tiempo y no volverán a utilizar de manera indebida el arcén, especialmente cuando estén en posesión de drogas.
Descubre otras historias parecidas en los enlaces que tienes un poco más arriba. La verdad es que resulta curioso y también chocante ver con qué 'cochazos' se desplazan policías y ladrones en algunas ocasiones...