Desde hace unos años, los clásicos no son los únicos vehículos que viven su momento de gloria. También lo son los 'youngtimers' o clásicos modernos. Estos vehículos no son modelos veteranos, en sentido estricto, pero han dejado de ser modernos. Echamos un vistazo a una berlina que marcó su época: el Volkswagen Passat W8.
El período del cambio de milenio estuvo marcado por una mezcla de megalomanía e ingenio dentro del Grupo Volkswagen: bajo el mandato de Ferdinand Piëch, nacieron el Bugatti Veyron, el Volkswagen Phaeton y el Passat W8. Y por muy diferente que fuera este trío, lo que tenían en común era la idea del motor con arquitectura 'W'.
Quizás el proyecto más alocado fue 'aproximar' el Passat al Phaeton W12, casi al mismo tiempo que debutaba la berlina de lujo, haciendo realidad el Passat W8 de la serie B5, que había sufrido un importante lavado de cara en 2000.
Galería: Volkswagen Passat W8 (2001-2004)
El primer motor en 'W', desarrollado en 1997 por Ferdinand Piëch, entonces director general de Volkswagen AG, era una enorme unidad de 18 cilindros formada por tres motores VR6 de seis cilindros, dispuestos en forma de W inclinada.
El W18 debutó en 1998 en un concept para la recién adquirida marca Bugatti, aunque la intención práctica de la arquitectura del motor era ofrecer alternativas compactas y de alto rendimiento a los grandes motores V6 y V8.
En el salón de Tokio de 1997 también se mostró el Volkswagen W12 Coupé, que se convirtió en el W12 Nardo de 600 CV en 2001, aunque nunca se fabricó en serie. Con el W16 a punto de estrenarse en el Bugatti Veyron y el W12 a punto de revivir a Bentley, los motores en W demostraron tener futuro comercial y Volkswagen buscó versiones más pequeñas para su gama.

El diseño del motor W8 contaba con dos bloques VR4 de cilindros angulados a 15 grados y dispuestos sobre un cigüeñal común, con un ángulo de 72 grados, representando la unión de dos V unidas por la parte superior. El W8 de 4,0 litros resultante entregaba 275 CV y 370 Nm de par a 2.750 rpm.
Lo que era más importante, fue que el pequeño tamaño del W8 permitía montarlo transversalmente bajo el capó de los coches de tracción delantera. A simple vista, el Passat podía parecer una elección inusual para el motor W8. Pero con unas dimensiones de solo 16,5 x 28 x 26,9 centímetros, el W8 encajaba fácilmente en el compartimento del motor, que hasta ese momento solo podía albergar un motor V6.

Volkswagen anunció que el Passat W8 sería lo que aparentaba cuando debutó en el verano de 2001: "Una puerta de entrada al sector del lujo... diseñada para atraer a los compradores que buscan altas prestaciones y calidad en un paquete sutil y asequible".
Por desgracia, fue demasiado sutil. Porque, aparte del logotipo W8 en la parrilla delantera (que podía eliminarse), el Passat de gama alta se diferenciaba poco de sus hermanos 'convencionales'. Y los que querían absolutamente un VW de lujo podían optar por el más prestigioso Phaeton. No obstante, el Passat W8 estaba disponible incluso en una versión blindada de clase B4.

Los modelos del Passat W8 venían de serie con el sistema de tracción total 4Motion. Se ofrecían con una caja manual de seis velocidades o una automática Tiptronic de cinco. La versión manual del Passat W8 era un lobo con piel de cordero, marcando solo 6,5 segundos en alcanzar los 100 km/h desde parado.
En Alemania, el VW Passat W8 costaba unos 80.000 marcos en su lanzamiento. Al menos, se diferenciaba claramente de las demás variantes del Passat con elementos de serie como los cristales tintados y con aislamiento térmico, los faros bixenón y el asistente de aparcamiento. En el interior, el cuero suave se fundía con detalles de madera y un potente sistema de sonido.

Para alegría de los aficionados, el Passat W8 también estuvo disponible con carrocería familiar. Las críticas fueron elogiosas, pero la idea de un Passat de lujo familiar con ese nuevo y extraño motor no fue bien recibida por los compradores. En 2004, el Passat W8 se dejó de fabricar después de que solo se vendieran 11.000 unidades en todo el mundo y con ello desapareció el propio motor W8.

La corta vida del Passat W8 ayudó a asegurarse un seguimiento destacado tras su desaparición. A lo largo de los años, el atractivo de este modelo no ha dejado de crecer. El reducido número de vehículos producidos y el hecho de ser el único modelo con el motor W8 lo hacía muy raro, único y exclusivo.
El VW Passat W8 es, en cualquier caso, un coche de colección 20 años después de su debut y un 'youngtimer' clarísimo. Pero cuidado en lo que se refiere al consumo de combustible y al precio de las piezas de recambio.
Fuente: Motor1.com Alemania