En los últimos años, hemos vivido un auténtico monopolio en los circuitos de Fórmula 1. Y no, no nos referimos a los triunfos de los pilotos y monoplazas de Mercedes-AMG, sino más bien, al fabricante elegido como suministrador del coche de seguridad y del coche médico del campeonato.

A fin de cuentas, Mercedes-Benz primero y Mercedes-AMG después, se han encargado de ello desde el año 1996, cuando el C 36 AMG entró en escena como Safety Car de la F1.

Pues bien, la firma de la estrella no se va del certamen, donde un espectacular GT R seguirá velando por la seguridad de los pilotos, pero sí que pasa a compartir 'espacio' con Aston Martin, que entra en el campeonato por partida doble.

Galería: Aston Martin Vantage Safety Car F1 (2021)

A fin de cuentas, por un lado, refuerza su presencia con una escudería propia, con el AMR21 como monoplaza para este año y los pilotos Lance Stroll y Sebastian Vettel al volante.

Sin embargo, su apuesta por la F1 se completa con el coche de seguridad para esta temporada, un flamante Aston Martin Vantage, en color verde británico, que se alternará con el Mercedes-AMG GT R (un modelo que lleva actuando desde 2018). Desde luego, el piloto del Safety va a tener trabajo este año, aunque parece no importarle mucho.

"Los aficionados de la Fórmula 1 de todo el mundo están encantados de presenciar el regreso de Aston Martin a los circuitos, al igual que yo", afirmó Bernd Maylander, el veterano piloto del coche de seguridad. Y concluyó: "Es un coche realmente hermoso y con grandes capacidades, que supone una nueva y emocionante era para Aston Martín."

 

Para cumplir con sus nuevas obligaciones, Aston Martin ha desarrollado un Vantage específico, al que los chicos de Gaydon han mejorado en términos de chasis y aerodinámica. Por supuesto, también de mecánica, ya que el V8 biturbo de 4,0 litros gana 25 CV, hasta alcanzar los 535.

De hecho, anuncia 685 Nm de par y es capaz de acelerar de 0 a 100 en 3,5 segundos. Por su parte, las mejoras aerodinámicas se traducen en una mayor fuerza descendente a 200 km/h, un dato que alcanza los 155,6 kilos (60 más que la versión de producción).

Como es lógico, los cambios también llegan al interior, con dos pantallas en las que se puede ver la retransmisión de TV en vivo, el tablón de cronometraje o el posicionamiento de todos los coches en pista. Desde el salpicadero también se puede accionar la sirena, acceder a las comunicaciones por radio o modificar los LED de la barra de luces que hay sobre el techo.

Por supuesto, el coche está conectado en todo momento al Sistema de Comisarios de la FIA, lo que permite ver al piloto y copiloto qué bandera ondea en cada uno de los sectores de la pista.

Aston Martin Vantage Safety Car F1 y DBX Medical Car (2021)

Pero las labores de Aston Martin no acaban aquí, ya que la firma también suministrará un DBX como coche médico, conducido por Alan van der Merwe y acompañado por el coordinador de respuesta médica de la FIA F1, el Dr. Ian Roberts.

Recordemos que la función de este vehículo es salir detrás de los monoplazas desde la parrilla y 'seguirlos' durante la primera vuelta, por si hay algún incidente de gravedad (como el de Grosjean en Baréin, sin ir más lejos). Tras esa primera vuelta, regresa al pit lane y se mantiene en posición por si hay que intervenir.

Pues ese es el papel del DBX, que recurre al mismo propulsor que el Vantage, pero con 550 CV y 700 Nm de par máximo, que le permiten acelerar de 0 a 100 en 4,3 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 291 km/h.

Por supuesto, cuenta con toda la tecnología para convertirse en una de las 'ambulancias' más veloces del mundo, como un gran maletín médico, un desfibrilador, dos extintores de incendios y un kit para atender quemaduras.