Las tapicerías de cuadros no son una novedad en el mundo del automóvil. Algunos modelos, como el Volkswagen Golf GTI, llevan apostando por este diseño interior desde hace décadas. Sin embargo, pocos materiales como el tweed son tan británicos y por ese motivo, Bentley ha querido ofrecer este tejido en algunos de sus modelos.
En concreto, la marca de lujo británica, con sede en Crewe, ahora comercializará cuatro estilos de la tela de lana a través de su departamento de personalización Mulliner. Eso sí, no en forma de una tapicería de este cálido material.
En su lugar, Bentley utilizará el tweed en los paneles de las puertas, donde además de conseguir un tacto muy agradable, se obtiene un atractivo juego visual, en combinación con los diferentes elementos revestidos de cuero o de las inserciones de madera.
Según ha comunicado el fabricante inglés, existen cuatro estilos distintos disponibles, comenzando con un diseño de color verde llamado Cheltenham. A los seguidores de los cuadros escoceses, les gustará el Glen Plaid-Tolsta Beach, que posiblemente sea el más destacado de todos.
Bentley describe las opciones finales de tweed Charcoal y Sand Herringbone como sutiles y delicadas, ofreciendo una textura complementaria para interiores en tonos más claros (Sand Herringbone) u otros más oscuros (Charcoal).
Los aficionados de Bentley habrán notado que esta no es la primera vez que aparece el tweed en los vehículos del fabricante. El tejido ya apareció, ocasionalmente, en algunas ediciones especiales; la más reciente, en el Bacalar de 1,5 millones de libras (1,66 millones de euros), del que solo se fabricarán 12 ejemplares.

Sin embargo, en esos casos, el tweed no era una opción. Formaba parte de la dotación de serie del vehículo, ya fuera un Continental GT de 166.000 euros o un ejemplar por encima de los 1,5 millones de euros.
Bentley afirma que el tweed se obtiene de una empresa que toma grandes medidas para utilizar una producción sostenible y respetuosa con el medio ambiente, capaz de asegurar una baja huella de carbono.

Un esfuerzo para compensar el impacto, en términos de emisiones, del motor 6.0 W12 biturbo que actualmente comercializa la firma de Crewe. El consumo medio del Bentayga W12, con 635 CV, es de 14,3 litros cada 100 kilómetros, pero la utilización de materiales 'ecofriendly' es un buen inicio.