Cuando el Volvo T5-R coronó la serie 850, hace unos 25 años, muchos aficionados al mundo del automóvil vieron en el modelo sueco su elección familiar ideal. El modelo pintado de amarillo no solo desarrollaba 250 CV de potencia y 330 Nm de par motor. También se aventuró en un terreno prohibido para los familiares: las carreras de turismos, copadas por berlinas.

El equipamiento de serie del clásico familiar sueco incluía alerones especiales, un tubo de escape con cola cuadrada y llantas de aluminio de 17 pulgadas, así como el eje trasero Deltalink, que acababa de ser desarrollado para el Volvo 850. Combinaba las cualidades dinámicas y el confort de conducción de la suspensión independiente, con la excepcional robustez de un eje rígido.

Galería: Volvo 850 T5-R

Respecto a las cualidades dinámicas, Volvo tuvo la amabilidad de proporcionarnos un Volvo T5-R amarillo. El objetivo era compararlo con el actual Volvo V60 T8 AWD Polestar Engineered. Bueno, hay una diferencia de unos 165 CV y el más moderno apuesta por un sistema de propulsión híbrido enchufable. Un simple detalle que deja claro hasta qué punto se han desarrollado los automóviles modernos desde la década de los 90.

Sin entrar en discusiones absurdas sobre qué es lo mejor, si lo antiguo o lo moderno, parece claro señalar que el Volvo 850 T5-R representa algo auténtico. Siento que justo después de acceder al 850 T5-R, muchos de los botones son testigos de la última era antes de que las pantallas táctiles tomaran el control.

En cualquier caso, hablamos de un vehículo muy especial y exclusivo. Menos de 1.000 T5-R se vendieron en Alemania y solo 175 de ellos, en color amarillo. Algo comprensible, por otra parte, si tenemos en cuenta que su precio nuevo era de 85.000 marcos, unos 42.300 euros al cambio de la época.

Volvo 850 T5-R vs Volvo V60 Polestar

La comodidad es la norma dominante. De hecho, Volvo anunciaba en los folletos publicitarios de la época esta acertada frase: "Detrás del volante ajustable del Volvo 850, probablemente estés sentado más cómodamente que en un sillón de casa".

El 850 familiar también disfrutaba de una óptima visibilidad, gracias a sus grandes ventanillas. Y, por supuesto, el típico sonido del motor de cinco cilindros siempre gusta, aunque su propulsor sobrealimentado de 2,3 litros resulta algo discreto. Pero aunque se pierden muchos caballos, a  consecuencia de la caja automática con convertidor de par de cuatro velocidades, el T5-R se las apañaba, gracias a sus 330 Nm de par motor a 2.000 rpm, para firmar 7,5 segundos en la maniobra de aceleración de 0 a 100 km/h.

Volvo 850 Racing btcc Jan Lammers 1994

Las versiones con cambio manual reducían ese tiempo hasta los 6,9 segundos, nada que hacer frente a los 4,6 segundos que emplea el V60 T8. Pese a todo, eso no impidió que Volvo participase en el Campeonato Británico de Turismos (BTCC) con el T-5R... siendo el primer coche de carreras del mundo con una carrocería familiar. El Volvo 850 Estate fue la sensación y el más temido de los competitivos campeonatos de turismos. En 1995 se alzó con cinco victorias en 25 carreras.

En cualquier caso, no estamos aquí para robarle segundos al cronómetro. Las comparaciones vuelven a resultar obvias, si nos fijamos en un detalle como las llantas de aleación. Las de 17 pulgadas del 850 T5-R eran un hito en su época. En cambio, el V60 T8 ya ofrece 19 pulgadas de fábrica y opcionalmente incluso 20 pulgadas.

Volvo 850 T5-R vs Volvo V60 Polestar

El Volvo 850 se presentó en junio de 1991. Nunca antes Volvo había introducido tantas innovaciones de una sola vez como con el 850, un modelo de clase media con tracción delantera que era crucial para el futuro de la marca.

Las cuatro novedades más importantes fueron: un motor de cinco cilindros, montado transversalmente, que impulsaba las ruedas delanteras; un eje trasero de esquema 'delta', que combinaba la dinámica y el confort de conducción de una suspensión independiente, con la seguridad y la robustez de un eje rígido; el innovador sistema de protección contra impactos laterales SIPS (sistema integrado de protección contra impactos laterales) y el sistema ARH (ajuste automático de la altura del cinturón de seguridad) para los pasajeros delanteros.

Volvo 850 T5-R vs Volvo V60 Polestar

El diseño del Volvo 850 transmitía una clara afinidad con las series 740 y 940, pero también reflejaba la gran herencia del clásico 240. En 1993, el 850 incluso logró suceder al aparentemente inmortal y longevo Volvo 240.

Apenas dos años después de su lanzamiento en el mercado, al Volvo 850 GLT de cuatro puertas se unió a una carrocería 'ranchera', en febrero de 1993. Como un típico familiar de Volvo, el 850 de cinco puertas lucía una zaga inclinada verticalmente, en favor de la máxima capacidad de carga. Según la publicidad de la época, su volumen para el equipaje era de más de 1.580 litros, pudiendo dar cabida a elementos de hasta 2,75 metros de longitud.

Volvo 850 T5-R vs Volvo V60 Polestar

Aproximadamente, en aquellas fechas el fabricante sueco introdujo el extremadamente potente Volvo 850 Turbo (fuera de Suecia se llamaba T5). Al mismo tiempo, todas las versiones lucieron una línea más redondeada, sobre todo en los contornos de la carrocería. El Volvo 850 T5 desarrollaba 225 CV y tenía un par máximo de 300 Nm.

Volvo 850 T5-R vs Volvo V60 Polestar

Poco más de un año después, apareció el aún más ágil Volvo 850 T5-R, en su característica pintura amarilla clara, el modelo más potente en la historia de la compañía hasta la fecha. La edición limitada de 2.500 unidades se agotó muy pronto. La segunda edición, con otras 2.500 unidades, esta vez todas negras, también se acabó inmediatamente. La tercera edición con otras 2.500 unidades pintadas en verde oscuro fueron las últimas fabricadas.

En 1994, el experimentado equipo de competición TWR (Tom Walkinshaw Racing) disputó con el Volvo 850 el campeonato de turismos más disputado, el BTCC (British Touring Car Championship).

El modelo sueco, de 290 CV, no solo se convirtió en el favorito del público británico, sino que también participó en la categoría del Grupo A, en las 24 Horas de Nürburgring, los años 1995, 1996 y 1997. En 1995 y 1996, la escudería TWR compitió en el BTCC con un Volvo 850 berlina y al final de cada temporada, terminó tercero en la clasificación por marcas.

Limusina Volvo 850 T5-R (1995)

A finales de 1996, se suspendió la producción del Volvo 850. La gama se revisó ampliamente y en noviembre de 1997, el modelo sucesor con la nueva nomenclatura de Volvo nació como S70 (berlina) y V70 (familiar).

Aunque la nueva generación se asemejaba a su predecesora en términos de apariencia, la serie fue desarrollada partiendo desde cero. Entre 1991 y 1996, se vendieron 716.903 unidades del Volvo 850. La plataforma 850 también sirvió de base para la primera generación del Volvo C70, un clásico descapotable de cuatro plazas, construido entre 1997 y 2005.