Apenas hace unos días, te contábamos la historia de la subasta de un Renault Mégane R.S. de la Gendarmería francesa, que acababa de ser vendido... sin motor. Pues bien, ahora te mostramos una historia parecida, aunque con otros protagonistas, que también ha sucedido en Francia.
Si eres un aficionado a los coches de policía, te gustará conocer la historia de Steve, un apasionado que ahora dispone en su garaje de dos coches patrulla pertenecientes a los equipos de intervención rápida de la policía francesa: un Renault y un Subaru.
Como bien habrás supuesto, Steve es un fanático de los deportivos. Pero en lugar de ir a un concesionario o buscar en los foros de coches de ocasión, él ha optado por comprar un deportivo bastante especial. Se trata de un Subaru Impreza WRX, que la policía de Auxerre usó desde 2006 para perseguir a los malhechores.
La historia del vehículo es peculiar. Según parece, se dio de baja en el cuerpo policial cuando había recorrido unos 250.000 kilómetros, aunque el motor solo tenía 100.000 kilómetros, después de una sustitución del propulsor por parte de la propia policía francesa.
Ahora sabemos que el Subaru sigue activo, ya que Steve lo usa regularmente y que lo cuida con esmero a fin de preservar, lo máximo posible, este pequeño pedazo de la historia de los coches patrulla de la policía francesa.
Pero este no es el único vehículo policial que habita en el garaje de Steve. El otro protagonista es un Renault Mégane R.S. de tercera generación, un coche que pronto dejará de prestar servicio en la Gendarmería francesa y que será reemplazado por el SEAT León CUPRA. Tal y como te comentamos, el último de estos ejemplares se vendió por 9.900 euros (sin incluir los gastos)... y no tenía motor.
Steve ya llevaba tiempo tras el Mégane R.S. y aprovechó la oportunidad cuando se subastó una unidad de los gendarmes de la ciudad de Rives, en septiembre pasado. Ganó la puja por 6.200 euros, con todos los gastos incluidos, y se llevó el deportivo francés en una grúa. Sabemos que todavía lo está reparando.
Calcula que todavía tardará un mes, aproximadamente, en tenerlo listo gracias a otro Mégane R.S. que actuará como donante. Tendrá que 'transplantar' el motor, la caja de cambios y los asientos, además de algunos detalles más. Os prometemos que si el Mégane R.S. de los gendarmes vuelve a rodar por la carretera, os mantendremos informados.