Al igual que sucede con muchos otros fabricantes, Honda comercializa algunos modelos exclusivos para el mercado norteamericano. Ese es el caso del Honda Ridgeline 2021, que ya discurre por el restyling de su segunda generación.
Se trata de un pick-up clásico que ahora renueva su aspecto para seguir en la 'pomada' del mercado americano, en la categoría que más vehículos nuevos vende al otro lado del charco. Con ella, el Honda Ridgeline 2021 luce un nuevo frontal más cuadrado y poderoso. ¿Te imaginas si este modelo se vendiera en Europa? Sería el rival ideal de los Mitsubishi L200 y Toyota Hilux.
El Ridgeline estrena un diseño diferente desde el pilar A hacia el morro, con unos guardabarros sobredimensionados y un capó más alto, que incrementa la sensación de envergadura del vehículo. La parrilla con diseño vertical y un notable aumento de potencia ayudan a que el nuevo Ridgeline parezca mucho más pick-up que antes.
El equipo de diseño también ha remodelado el paragolpes delantero, añadiendo tomas de refrigeración frontales que, según la marca, ayudan a mejorar la aerodinámica del conjunto. Al margen de esos cambios, la vista lateral y trasera son muy similares a la generación que vio la luz en 2017.
Eso sí, en la zaga, ahora se pueden ver las colas de escape al aire, por debajo del paragolpes posterior, en línea con las peticiones del público yanqui, según apunta el fabricante japonés. En el interior, los cambios son bastante sutiles, añadiendo el último sistema de infoentretenimiento de Honda, además de nuevas tapicerías en contraste.
Esta actualización del Ridgeline 2021 también presenta diferentes opciones de personalización de la mano del departamento Honda Performance Development. Por destacar alguno, el kit HPD incluye una nueva parrilla con trama en forma de V, adhesivos específicos y llantas en color bronce.
El nuevo Ridgeline mantiene el resto de ventajas ya conocidas, como el asiento trasero que se pliega tanto hacia arriba como hacia abajo para optimizar la carga, o el espacio disponible para los pasajeros, entre los mejores del segmento.
En el plano mecánico no se anuncian cambios, así que sigue apostando por un motor de gasolina atmosférico 3.5 V6 con 280 CV de potencia, asociado a una caja de cambios automática de nueve velocidades. La tracción a las cuatro ruedas se ofrece de forma opcional.
Lógicamente, para que tuviera oportunidades en Europa, este modelo debería recurrir a mecánicas turbodiésel o híbridas de gasolina, pero no creemos que eso vaya a suceder. Una lástima, porque aunque reducido, el segmento de los pick-up tiene demanda para actividades comerciales y, en menor medida, lúdicas relacionadas con pruebas todoterreno.