La compañía Rocket Bunny es famosa por crear kits de carrocería con un estilo escandaloso, especialmente con pasos de rueda lo suficientemente anchos como para 'tragarse' cualquier tipo de neumático, por muy grande que sea. La empresa muestra ahora su trabajo en el flamante Toyota GR Yaris, convertido casi en un vehículo del Mundial de Rallyes (WRC).
Como puedes observar en las fotos, el paragolpes ofrece un enorme agujero central para permitir que el aire llegue sin ningún tipo de obstrucción al enorme intercooler. Además, el frontal presenta aditamentos aerodinámicos y un gran labio inferior, con el que el coche roza prácticamente el suelo.
Si nos desplazamos al lateral del vehículo, encontramos los descomunales pasos de rueda antes citados, así como prominentes faldones. También hay que citar las tomas de aire por delante de las ruedas traseras, que sirven para refrigerar los frenos posteriores.
Y ya en la zaga, el enorme alerón trasero es el punto más llamativo. Es tan grande que requiere soportes adicionales para que esté bien fijado. Curiosamente, hay dos salidas de aire en forma cuadrada, que permite evacuar el flujo procedente de las tomas laterales.
Si este kit es demasiado extremo para tus gustos (no nos extrañaría lo más mínimo), Toyota Gazoo Racing, la división de competición de la marca japonesa, ofrece componentes más 'terrenales'. Por ejemplo, cuatro salidas de escape en lugar de dos. Es decir, el coche tendría más colas que cilindros...
Cabe recordar que el Toyota GR Yaris 'convencional' monta un propulsor turboalimentado de gasolina, con 1,6 litros, tres cilindros en línea y 261 CV, asociado a una caja manual de seis velocidades y a un sistema de tracción total.

Esta configuración puede optimizarse aún más con dos diferenciales autoblocantes Torsen, uno para cada eje, a través del paquete Circuit Pack, que también suma llantas forjadas de 18 pulgadas, neumáticos Michelin Pilot Sport 4S en medidas 225/40 R18, suspensión GR con puesta a punto de circuito y pinzas de freno de color rojo.
Lógicamente, las prestaciones son de primer nivel: velocidad máxima de 230 km/h, autolimitada electrónicamente, y aceleración de 0 a 100 en menos de 5,5 segundos. El precio de partida del vehículo en España es de 32.900 euros, mientras que Rocket Bunny no ha publicado cuál es el coste de su preparación tan radical.