Aunque no nos gusta hacerlo, toca hablar de malas noticias por la pandemia. Una de las compañías más afectadas es Hertz, que se dedica al negocio de los coches de alquiler. Como bien sabrás, los viajes de negocios y de vacaciones están prácticamente paralizados, lo que ha provocado un 'agujero' en las cuentas de la empresa.

El resultado es que sus acciones han caído un 73% en los últimos tres meses y, de hecho, se ha declarado en bancarrota en Delaware. Según un artículo de Automotive News, la petición de Hertz cubre las operaciones de Estados Unidos y Canadá, pero no sus negocios en Europa, Australia y Nueva Zelanda.

Desafortunadamente, esta situación crítica ha provocado despidos masivos, que han afectado a 20.000 empleados, lo que supone casi el 50% de sus trabajadores en todo el mundo. 

¿Y qué sucederá con sus vehículos de alquiler? Aunque no sería una solución definitiva para cuadrar sus cuentas, Hertz podría poner a la venta parte de su flota, estimada en cerca de 600.000 vehículos. 

Si así sucediera, supondría una revolución en el mercado de coches usados, ya que los precios bajarían significativamente ante el exponencial aumento de la oferta. Sin duda, los vendedores particulares serían los principales afectados. 

De momento, Hertz seguirá operando mientras concibe un plan para 'dar la vuelta' al negocio e intenta pagar sus millonarias deudas. La situación recuerda a la de muchas compañías que se vieron abocadas al cierre definitivo (aunque algunas sobrevivieron) en la crisis que se inició en 2008.

Alfa Giulia Quadrifoglio, coche de alquiler de Hertz

Oficialmente, Hertz tiene como nuevo objetivo "proporcionar una estructura financiera más robusta que posicione mejor a la compañía para el futuro, mientras se vislumbra una recuperación económica global".

Al respecto, la compañía ha señalado que tiene más de mil millones de dólares en efectivo para apoyar la viabilidad de sus operaciones. Seguiremos este caso con atención y ojalá que la empresa pueda resurgir de sus cenizas. 

Fuente: Automotive News