Sin duda, uno de los clásicos más conocidos, interesantes y valorados del fabricante bávaro BMW es el BMW 507, nacido en 1956, de la pluma del diseñador Albrecht von Goertz. De hecho, en el año 2018 se vendió una unidad por algo más de 4 millones de euros, nada menos. Y si este coche tuvo un digno sucesor espiritual dentro de la marca, ese fue el BMW Z8.
El icónico roadster, lanzado en el año 2000, está de celebración en este 2020, con motivo de su 20 aniversario. Estuvo a la venta durante tres años, hasta 2003, y se comercializaron 5.703 unidades en todo el mundo, así que no es precisamente un coche que abunde demasiado. El más caro del que tenemos constancia, cambió de manos en 2017 por más de 400.000 euros.
Galería: BMW Z8 (2000-2003)
El propio von Goertz, fallecido en 2006, aseguró tres años antes que, si hubiera tenido que diseñar un BMW 507 moderno, sería como el Z8. En este caso, no obstante, la responsabilidad de crear el modelo recayó en Henrik Fisker, responsable de las líneas del Z8.
Es más, el guiño al 507 queda todavía más claro al saber que el prototipo que adelantaba las formas del BMW Z8, presentado en el salón de Tokio de 1997, se denominó BMW Z07. La versión de producción, por su parte, no llegó hasta el salón de Frankfurt de 1999, unos meses antes del arranque de la comercialización del modelo, en la primavera del año siguiente.

Su estilo, inequívocamente retro, estaba caracterizado por un largo capó, una posición de conducción casi sobre el eje trasero y una línea de cintura bastante baja. El roadster, lanzado en 2000 y fabricado sobre un chasis en su mayoría de aluminio, medía 4,4 metros de largo, 1,83 de ancho y 1,32 de alto. Al estilo BMW, anunciaba un reparto de pesos de un 50% sobre cada eje.
Bajo el capó, el Z8 escondía el propulsor M S62, heredado del BMW M5 (E39) y puesto a punto por la división de competición de la casa, o BMW Motorsport. Hablamos de un V8 atmosférico de gasolina, con 4,9 litros de cilindrada, 400 CV de potencia a 6.600 rpm y 500 Nm de par motor máximo, asociado de serie a una caja de cambios manual de seis relaciones.
Por entonces, se trataba del motor de producción más potente que había fabricado BMW hasta la fecha, y permitía al Z8 una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos, así como una velocidad máxima de 250 km/h, que estaba limitada de forma electrónica.
Evidentemente, el Z8 era de propulsión, ya que toda la fuerza del V8 llegaba únicamente a las ruedas traseras, a través, eso sí, de un diferencial autoblocante, y con ayuda de controles electrónicos de tracción y estabilidad. También fue el primer modelo europeo en ofrecer neumáticos Runflat (antipinchazos) de serie, en dimensiones 245/45 R18 y 275/40 R18.
En el año 2003, en nuestro mercado, el precio del BMW Z8 rondaba los 140.000 euros. El modelo se fabricaba a mano en la planta de la marca en Múnich, Alemania, y esta es una de las razones de su elevado precio para la época, ya que era el coche más exclusivo de la firma bávara. Además, los clientes podían visitar la fábrica y presenciar el final de la manufactura de sus propios vehículos, y con la entrega de llaves se incluía un álbum con fotografías del proceso.
Y, por si no lo recordabas, cabe apuntar que el BMW Z8 fue, además, un coche 'Bond', ya que el mítico agente 007 lo condujo en unas de sus películas: en 'El mundo nunca es suficiente', protagonizada por Pierce Brosnan. Fuera de la gran pantalla, por su parte, también pudimos verlo como 'Safety Car' de MotoGP, en la temporada 2002.