Tarde o temprano, a los españoles nos va a tocar lidiar con una subida generalizada de impuestos que, por supuesto, va a afectar a los conductores. En el ámbito del automóvil, hay dos propuestas en camino que, salvo sorpresa, se convertirán en oficiales durante esta legislatura. Una es convertir las autovías en carreteras de peaje y la segunda, un impuesto de matriculación más gravoso.
Centrándonos en el primer tema de actualidad, a finales de 2018, José Luis Ábalos, ministro de Fomento (ahora, de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana), ya indicó que se estaba estudiando la introducción del pago por uso en las autovías, para lograr el correcto mantenimiento de las mismas.
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Esa medida se quedó en el tintero, porque en aquel momento, el Gobierno era provisional, ya que había surgido a partir de una moción de censura exitosa contra Mariano Rajoy. Posteriormente, hubo un Ejecutivo en funciones, que tampoco podía dar luz verde a este propuesta.
Ahora, que está formado un Gobierno con mayoría en el Congreso de los Diputados, sí se podría volver a retomar este tema. En agosto de 2019, salió a la luz el estudio del Ministerio de Fomento acerca de esta cuestión: pagar según la frecuencia de uso y lo contaminante del automóvil.
La 'solución' sería pagar entre 0,03 y 0,15 euros por kilómetro recorrido, es decir, entre 3 y 15 cada 100 kilómetros. De este modo, un viaje entre Madrid y Valencia costará entre 10 y 50 euros. Tiempo al tiempo...
Sobre la segunda cuestión, el impuesto de matriculación será más costoso y, además, los híbridos enchufables no se librarán de él, como hasta ahora.
En la actualidad, esta tasa se paga en función del dióxido de carbono (CO2) que emite el coche: exentos los de 120 g/km o menos, 4,75% entre 121 y 160 g/km, 9,75% entre 161 y 200 g/km, y 14,75% más de 200 g/km.
La nueva fiscalidad supondría que solo los coches eléctricos estarían exentos de pagar. Hasta 49 g/km, abonarían un 2,75%; entre 50 y 80 g/km, un 4,75%; entre 81 y 120 g/km, un 7%; entre 121 y 140, un 9%; entre 141 y 160, un 11%, entre 161 y 180, un 13%...
Así las cosas, por poner un ejemplo, el coste del Mitsubishi Outlander PHEV, con 46 g/km, se incrementaría 1.000 euros. En fin, esperaremos a ver qué sucede con estos dos temas, pero hay pocas esperanzas para nuestros maltrechos bolsillos...