No nos engañemos, un coche pintado en gris no suele representar el arquetipo de modelo tremendamente emocional. Y si se trata de un SUV, las acciones del conjunto no hacen más que caer...
Sin embargo, Porsche está dispuesta a demostrar justo lo contrario. De este modo, tomando como base un Cayenne Coupé Turbo S E-Hybrid, ha creado un modelo único, de la mano de Porsche Exclusive Manufaktur, un departamento especializado en crear obras totalmente exclusivas.
Galería: Porsche Cayenne Coupé Turbo S E-Hybrid by Porsche Exclusive Manufaktur
Entrando en la preparación como tal, si tomamos como referencia el mercado americano, la pintura Quarzite Gray Metallic no tiene un coste adicional, pero sí hay que abonar un extra por las llantas de aleación de 21 pulgadas, con detalles en el mismo color de la carrocería, tasado en 1.650 dólares (al cambio, unos 1.490 euros).
El sistema de escape exclusivo cuesta 3.220 dólares adicionales (2.900 euros), mientras que el paquete Sport Design, en color negro brillante, asciende a 5.660 dólares (5.110 euros).
Sin embargo, hay algunos elementos que no terminamos de ver bien del todo. Por ejemplo, las pinzas de freno en color amarillo, por muy carbocerámicos que sean los discos, rompen con la armonía del conjunto. Otro detalle que pasaríamos por alto sería el logo de la compañía bordado en el reposabrazos central, por el que hay que pagar 450 dólares más (405 euros).
Dicho esto, si hablamos el modelo sobre el que se basa, conocido como Turbo S E-Hybrid, lo hacemos de un todocamino que cuesta 180.792 euros y que se sitúa como el tope de la gama del SUV coupé, gracias a un esquema de propulsión híbrido, que entrega una potencia máxima combinada de 680 CV y que es capaz de acelerar de 0 a 100 en 3,8 segundos.