El año 1985 asistió al lanzamiento de la primera entrega de la trilogía 'Regreso al Futuro', en la que un DeLorean DMC-12 permitía viajar en el tiempo a los protagonistas del film.
Ese mismo año, Nissan presentó un prototipo con carrocería sedán y unas líneas bastante originales. Pero el CUE-X destacaba, realmente, por la tecnología que incorporaba en el interior, al contar con varias pantallas distribuidas entre la consola central y el cuadro de instrumentación, que le aportaban un aspecto muy futurista.
Si analizamos este coche con detenimiento, cabe destacar que incorporaba un motor V6 de gasolina, con 2,9 litros de cilindrada, que rendía 300 CV y un par máximo de 400 Nm. La mecánica se acoplaba a una caja de cambios automática y el coche disponía de tracción total, por lo que tenía todo lo necesario para ponerse a la altura de muchos de los deportivos de la época.
El diseño del Nissan CUE-X recuerda al del Infiniti Q45, el que fuera buque insignia de la marca de lujo de Nissan, aunque este último hacía uso de una mecánica V8, también de gasolina, pero con una entrega de potencia menor que la ofrecida por el prototipo en cuestión.
Además, el concept japonés aterrizaba con varias innovaciones, poco habituales en aquella época. Hablamos, por ejemplo, del techo electrocromático, capaz de oscurecerse de forma automática cuando los rayos de sol incidían sobre él. También contaba con intermitentes con tecnología LED y con unas llantas de diseño extremadamente aerodinámico.
Es decir, soluciones que puedes encontrar en vehículos que se venden actualmente en nuestros concesionarios.
Además, en el interior del CUE-X, se tenía acceso a una pantalla situada en la consola central, desde la que se podían controlar el aire acondicionado y el reproductor de CD, además de poder modificar distintos ajustes del coche, como la suspensión.
El volante multifunción permitía acceder a distintas funciones del automóvil, como el control de crucero, una tecnología que, hasta ese momento, era muy poco conocida.
La instrumentación ofrecía una gran cantidad de parámetros del vehículo y, lo mejor de todo, es que ya contaba con un formato totalmente digitalizado.
Como puedes ver, el Nissan CUE-X era la viva imagen del coche del futuro; es decir, de los que conducimos en el presente.