Tan similares pero tan conceptualmente diferentes. El Volkswagen T-Roc, uno de los SUV más interesantes de su segmento, ofrece espacio y versatilidad para cinco personas, mientras que la variante Cabrio es un modelo con más estilo, que garantiza el placer único de conducir sin techo. Los comparamos visualmente.
Como sucede en muchas conversiones a descapotable, el frontal del T-Roc Cabrio no ha experimentado ninguna modificación. Así, se mantiene la estética fresca del SUV cerrado, mucho más original que otros modelos de la gama, gracias en parte a las luces de conducción diurna con formato hexagonal.


En la vista lateral, no solo cambia la evidente ausencia del techo. El Cabrio incorpora un pequeño alerón, para mejorar la circulación del aire, y el parabrisas posee un menor ángulo de inclinación, con el fin de proteger mejor a los ocupantes.
Por cierto, la capota de lona se abre o se cierra en 9,0 segundos, incluso estando en movimiento, hasta un máximo de 30 km/h.


Otra diferencia sustancial: desaparece el portón trasero del T-Roc cerrado, que deja espacio a una tapa menos práctica. La longitud se detiene en 4,23 metros, en el T-Roc, y se eleva a 4,27, en el Cabrio.


En cuanto a la capacidad del maletero, el modelo cerrado gana por goleada, ya que declara 445 litros, frente a los 284 del Cabrio. No obstante, el descapotable permite abatir los dos asientos individuales, para poder introducir objetos alargados, al igual que el modelo cerrado, aunque con una proporción 40/20/40. Los pilotos no cambian de diseño.


Pantalla táctil en el centro del salpicadero, sistema de climatización en la parte inferior, banda de color del mismo color que la carrocería y, dependiendo de la versión, el Active Info Display, es decir, la instrumentación digital.
En otras palabras, los habitáculos de ambos T-Roc son idénticos. O mejor dicho, casi idénticos. Echa un vistazo al túnel central, junto al freno de estacionamiento electromecánico: allí se encuentra el mando para abrir el techo.


Esta operación también se puede realizar con un botón de la llave. Por último, pero no por ello menos importante, la homologación: si en el T-Roc estándar hay espacio para cinco personas, en el Cabrio solo entran cuatro, algo habitual en un descapotable.


Es demasiado pronto para hablar de precios, ya que el T-Roc Cabrio, que se presentará en el próximo salón de Frankfurt, llegará a los concesionarios en la primavera de 2020. Sin embargo, salvo sorpresa mayúscula, las tarifas serán más caras.
En el plano mecánico, ambos modelos montan los propulsores turboalimentados de gasolina 1.0 TSI de 115 CV y 1.5 TSI de 150. En cambio, el Cabrio renuncia a las opciones turbodiésel TDI, de 115 y 150 CV. Después de analizarlos, ¿con cuál te quedarías?