Si tuvieras que elegir entre una autocaravana o un barco, ¿con cuál te quedarías? ¿No te gusta escoger? Entonces, no hay problema, ya que puedes disfrutar de ambos, quedándote con lo mejor de dos mundos.

A finales de los años 80, surgió el concepto del 'Boaterhome', que tomaba como base una furgoneta Ford E Series y una lancha de 8,5 metros de eslora.

En la carretera, era como cualquier otro vehículo recreativo, pero tenía una gran ventaja: permitía detenerse en un muelle y hacer que la parte trasera del vehículo se hundiera en el agua, liberando una embarcación 100% funcional, que podía navegar por sí misma. 

En el episodio de Ridiculous Rides que puedes ver en el encabezado de la noticia, cortesía del canal Barcroft Cars en YouTube, echamos un vistazo a las 'casas rodantes' de John Ortlieb.

Y sí, empleamos el plural correctamente, ya que dispone de dos de estas camper 'Frankenstein': una, completamente funcional, y la segunda, aún en fase de desarrollo. Como curiosidad, diremos que, aparentemente, solo existen 21 ejemplares en todo el mundo.

Estando ensamblados, el acceso de la furgoneta a la zona habitable, que se encuentra en la propia lancha, se lleva a cabo a través de una gran escotilla frontal. Allí, nos encontramos con todo tipo de comodidades: cocina, nevera, baño, camas que se convierten en sofá... y hasta el puesto de mando del capitán. A fin de cuentas, es un barco, con su timón, sirena y todo eso.

Además de recorrer gran parte de Estados Unidos al volante, John también ha encontrado la visión comercial del asunto. Sí, porque si estás de fiesta en Las Vegas, puedes alquilarla para pasearte por el Strip, de casino en casino...

Fuente: Barcroft Cars, vía YouTube