A principios de esta semana, Bob Lutz, el que fuera vicepresidente de General Motors, incendió las redes sociales con su sugerencia sobre la posibilidad de desarrollo de un SUV basado en el Chevrolet Corvette, un vehículo con un coste aproximado de 100.000 dólares (90.000 euros al cambio) y con el que competir con modelos de la talla del Porsche Cayenne.

Resulta difícil imaginar al mítico deportivo sobreelevado, con una carrocería de cuatro puertas y un amplio maletero, pero la realidad es que todas las marcas van sucumbiendo al segmento de moda y quizá esta recreación por ordenador pueda hacerse realidad en un futuro no muy lejano.

Render Chevrolet Corvette SUV

De hecho, hace unos años nadie habría apostado por la llegada de modelos todocaminos a la gama de marcas como Lamborghini, Maserati o Jaguar, que se resistieron durante años a esta fiebre comercial.

A pesar de que las imágenes muestra detalles que hacen ver que estamos ante un Chevrolet, la realidad es que desprende aires de Lamborghini Urus por todos lados. De hecho, se podría decir que del modelo norteamericano quedan poco más que los faros delanteros y los pilotos traseros, además de, como debe ser, los emblemas del fabricante.

La razón de hacer uso de la denominación Corvette sería para aprovechar el prestigio de este modelo entre clientes de todo el mundo, más popular incluso que la marca Cadillac, también propiedad de General Motors.

Además, saben que sus actuales clientes podrían necesitar otro tipo de coche cuando envejezcan, por lo que un todocamino podría ser la solución perfecta para conseguir una fuerte recuperación económica, lo que, a su vez, permitiría seguir desarrollando la configuración convencional del deportivo.

Fuente: Kleber Silva via Behance.com