Skoda se encuentra en mitad de una renovación de su gama de producto, que mira a los denominados coches ecológicos con un innegable interés. Después del reciente estreno de los Superb iV y Citigoe iV, el fabricante checo ya tiene planificados otros 10 modelos electrificados para mediados de la próxima década.
Pero mientras llega ese escenario, la firma perteneciente al Grupo Volkswagen todavía apuesta por otro tipo de tecnologías ecológicas, como modelos alimentados por gas natural comprimido (GNC). El primer modelo de estas características fue el Skoda Octavia G-TEC, renovado en septiembre de 2018. Ahora, llega el Scala G-TEC, equipado con tres tanques de gas y uno de gasolina, capaces de superar los 630 kilómetros de autonomía total.
A diferencia del Octavia, que utiliza un motor de cuatro cilindros y 1,5 litros, el Scala G-TEC recurre a un pequeño propulsor tricilíndrico, con 1,0 litros de cilindrada, que desarrolla 90 CV de potencia y 160 Nm de par motor máximo, a través de una transmisión manual de seis velocidades. En esencia, es el mismo planteamiento del SEAT Ibiza TGI.
Una concepción basada en conseguir la mayor economía de uso posible, al tiempo que se reducen significativamente las emisiones contaminantes y se disfruta de la pegatina Eco de la DGT.
El motor, compatible con el GNC, se alimenta del combustible guardado en tres tanques de acero que, en conjunto, ofrecen una capacidad de 13,8 kilogramos de gas natural comprimido. Eso es suficiente para asegurar una autonomía máxima, en el mejor de los casos, de 410 kilómetros.
Para seguridad del conductor, el pequeño depósito de gasolina de 9 litros añade otros 220 kilómetros adicionales. Si sumamos ambos datos, la autonomía máxima teórica del vehículo checo llega a los mencionados 630 kilómetros.
No obstante, debemos destacar que la practicidad del Scala G-TEC se resiente un poco respecto al resto de versiones. Eso se debe, fundamentalmente, a que los tres tanques de GNC restan capacidad al maletero.
De esta forma, mientras que en un Scala 'convencional' la capacidad de carga llega a los 467 litros, en el caso del G-TEC esa cifra se reduce hasta los 339 litros. Un registro que no está nada mal, tal y como apunta Skoda, que afirma que es un volumen líder en la categoría de los compactos alimentados por gas natural.
Respecto al equipamiento, sabemos que Skoda comercializará el Scala G-TEC con los acabados Active, Ambition y Style. Dentro de la dotación de fábrica, encontramos elementos como las ópticas y los pilotos con diodos luminosos, aunque los grupos ópticos de LED para todas las funciones se tienen que pagar como extra.
Además, como en el caso del Scala 'normal', también están incluidos de serie el sistema de mantenimiento de carril y el asistente de frenada de emergencia en ciudad. El nuevo Skoda Scala G-TEC se comercializará a finales de año, pero todavía no hay precios oficiales.