En medio de la guerra que algunos países y estamentos públicos libran contra el diésel desde hace unos años, nace un 'parche' que podría alargar la presencia de las mecánicas de gasóleo de todo el mundo (y especialmente en Europa).

Estamos hablando del R33 BlueDiesel, denominado popularmente como el diésel azul, si hacemos una traducción literal al castellano.

Su principal ventaja frente al combustible con etiqueta B7 actual reside en que la composición del R33 cuenta con un 33% de biodiésel, que viene a formarse tras mezclar residuos y parafinas procedentes de aceite de cocina usado.

Esta es una clara ventaja frente al gasóleo convencional, en el que este tipo de compuesto reciclado solo representa el 7%.

El resto de este novedoso carburante, todavía en fase experimental, se compone de gasóleo de petróleo, con sus respectivos aditivos, de cara a mejorar las prestaciones y su óptimo funcionamiento en las mecánicas de ciclo diésel.

Además, el R33 BlueDiesel cumple con la normativa UEN-EN 590, aprobada en Europa desde 2014, que hace referencia a este combustible, en su uso destinado a la industria de la automoción.

O lo que es lo mismo, cualquier vehículo con motor de gasóleo puede funcionar con este producto con un añadido extra de biocombustible, cumpliéndose los estándares necesarios para su repostaje en estaciones de servicio.

Utilizarlo en los automóviles permite reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) hasta un 20%, fruto de la presencia en mayor cantidad de sustancias con origen biológico.

Aunque, como hemos mencionado, el R33 BlueDiesel todavía se está probando y no vas a poder encontrarlo en las gasolineras. Pero los empleados del Grupo Volkswagen, compañía que trabaja en colaboración con la Universidad de Coburg (Alemania) para el desarrollo del compuesto, lo llevan probando desde hace más de un año.

R33 BlueDiesel o diésel azul

Quizá sea una manera efectiva de mantener los vehículos diésel en el mercado durante un período más largo, en un momento en el que se escucha, desde hace un tiempo, la intención de prohibir la venta de coches con estas mecánicas térmicas a partir de 2040.

En los últimos años, el mercado está representado por un parque automovilístico con una ligera superioridad de coches diésel (por encima del 50%), seguidos de cerca por los de motores de gasolina y, todavía muy de lejos, por automóviles propulsados por energías alternativas.

Otro de los 'síntomas' que ofrecen los claros problemas que tiene el gasóleo en el mercado actual, es la bajada de las ventas desde el 64,6% de la cuota en 2013, hasta poco más del 35% registrado en 2018.

¿Convencerá el R33 BlueDiesel a la Unión Europea?