Hace casi 20 años, el urbano de bajo consumo era la última moda. No solo Volkswagen y Audi lanzaron sus propuestas, sino también Fiat. Volvemos la vista hacia atrás con el Ecobasic, de aspecto original y técnicamente interesante.

Nombre: Fiat Ecobasic

Debut: salón de Bolonia 1999 

Especificaciones: 10 ejemplares. Longitud: 3,49 metros. Peso: 750 kilos. Motor: turbodiésel, 1,2 litros, 61 CV y 160 Nm. Velocidad máxima: 160 km/h. Consumo: 2,8 l/100 km.

A finales del siglo pasado, la industria automovilística estaba inmersa en la fiebre del consumo: 3,0 litros era la cifra mágica y el aluminio parecía ser el material del futuro. En 1999, salieron al mercado el VW Lupo 3L TDI y el Audi A2 con chasis de aluminio. La respuesta de Italia fue el Fiat Ecobasic, que la marca transalpina mostró por primera vez a finales de ese año.

Si el coche te recuerda al Multipla, no andas nada desencaminado, ya que ambos modelos comparten diseñador, Roberto Giolito, creador igualmente del 500 que lleva a la venta desde el año 2007.

Fiat Ecobasic: solo pesaba 750 kilos

Este urbano no se planteó como un vehículo de producción, sino como un laboratorio de pruebas técnicas para lograr un automóvil de pequeñas dimensiones, seguro, espacioso y muy económico. ¿Cómo se podía lograr todo esto? Partiendo de unas destacadas anchura y altura, así como de un chasis de aluminio y de una carrocería de material plástico. El resultado fue un coche de tan solo 750 kilos.  

Como elementos curiosos, las ventanas traseras estaban fabricadas en policarbonato, un material resistente a los arañazos, y solo había una puerta trasera. Además, el usuario no podía abrir el capó y solo podía revisar y regular los niveles del aceite, el refrigerante y el líquido limpiaparabrisas, así como los bornes de la batería. 

Fiat Ecobasic 1999

Motor con inyección por conducto común

En cuanto al motor, el Fiat Ecobasic recurría a un bloque turbodiésel Multijet, de 1,2 litros y 61 CV. Coincidencia o no, compartía cilindrada y potencia con el VW Lupo 3L TDI. En defensa de la mecánica italiana, hay que recordar que disfrutaba de la tecnología 'common rail', mientras que la alemana se mantenía fiel al inyector-bomba.

Asociado a este propulsor, trabajaba un cambio manual pilotada con embrague robotizado, de cinco velocidades, con dos programas: Normal y Económico. 

El Ecobasic era capaz de acelerar de 0 a 100 en 13,3 segundos y alcanzaba los 160 km/h. Lógicamente, no destacaba en el ámbito de las prestaciones, pero sí en el aerodinámico, gracias a un fantástico Cx de 0,28, y en el del consumo, con un registro oficial de 2,8 litros cada 100 kilómetros.

Casi cuatro años después, en otoño de 2003, Fiat presentó el nuevo Panda, con claras reminiscencias estéticas del Ecobasic. Por razones de coste, se produjo con un chasis de acero. Además, el habitáculo no fue tan minimalista, aunque se mantuvo la posición elevada de la palanca de cambios. Entre sus opciones mecánicas, se encontraba el motor de gasóleo del Ecobasic, si bien entregaba 69 CV. 

Fiat Panda 2003