Los rumores se han convertido en realidad: Mazda volverá a emplear un motor rotativo. Antes de que te emociones, debes mantener la calma, porque esta mecánica no servirá para impulsar un nuevo deportivo de la saga RX, sino que simplemente actuará como un generador de electricidad en vehículos eléctricos. 

De este modo, la mecánica tendrá como principal misión cargar la batería y, por ende, alargar la autonomía de los futuros modelos EV de la casa, en una tecnología similar a la que ya conocimos en los extintos Opel Ampera y Chevrolet Volt. Según asegura Mazda, el funcionamiento de este propulsor es "excepcionalmente silencioso", así que apenas debería percibirse en el habitáculo.  

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Lamentablemente, la marca japonesa no ha desvelado datos técnicos de la mecánica. Tan solo ha asegurado que tiene un tamaño muy compacto y pesa poco. Además, ha afirmado que desarrolla una elevada potencia, resulta compatible con varios bloques eléctricos y se beneficia de la tecnología bifuel, al poder alimentarse de gasolina y gas licuado de petróleo (GLP).   

En 2020, Mazda lanzará sus dos primeros modelos eléctricos. Uno de ellos dispondrá de este sistema de autonomía extendida. Se trata del inicio del programa Zoom-Zoom Sostenible 2030, que estima que, en 12 años, el 95% de los automóviles de la marca japonesa dispondrá de algún tipo de electrificación, para reducir un 50% los gases de efecto invernadero, respecto a su gama de 2010.  

Primera prueba Mazda MX-5 2018

Dentro de este plan ecológico, también se encuentra el motor de gasolina SKYACTIV-X, de 2,0 litros y sobrealimentado por un compresor volumétrico, que se estrenará en la próxima generación del Mazda3, en el año 2019. Entre sus peculiaridades tecnológicas, conviene resaltar que, en un determinado margen de revoluciones, la quema de la mezcla aire-combustible se lleva a cabo por compresión y no por la acción de una bujía.

Cuando tengamos más información concreta del propulsor rotativo, la divulgaremos.