Si tienes buena memoria y lees habitualmente esta web, recordarás un regalo único hecho al Papa Francisco: un Lamborghini Huracán. La entrega se formalizó el pasado mes de noviembre en El Vaticano y, en ese momento, te contamos que la compañía RM Sotheby's lo iba a subastar en mayo. Ese día ya ha pasado y el resultado es una cifra bastante elevada, nada menos que 715.000 euros.
El superdeportivo italiano, firmado por el Sumo Pontífice, luce una combinación cromática blanca (Bianco Monocerus) y dorada (Giallo Tiberino), que representa los colores del país dirigido por el Papa. Las estimaciones anunciaban que el precio final del vehículo rondaría, como máximo, los 350.000 euros, pero esos pronósticos, finalmente, no se cumplieron. Una buena noticia, pues todo el dinero irá a parar a obras benéficas.
Concretando más, el 70% de los fondos recaudados irá destinado a la ciudad iraquí de Nínive, una localidad sitiada y destrozada por los terroristas de ISIS. El 30% restante lo recibirán las asociaciones Amici per il Centrafrica Onlus, Groupe International Chirurgiens Amis de la Main (GICAM) y Asociación Comunitaria Papa Juan XXIII.
El superdeportivo italiano monta el conocido propulsor atmosférico V10, de 5,2 litros y 580 CV, asociado a la transmisión automática de doble embrague LDF, de siete velocidades. Esta transmisión canaliza toda la fuerza al eje trasero, que es el único encargado de la motricidad del conjunto.
Con esta configuración, el modelo transalpino acelera de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos, menos de lo que dura un Padre Nuestro... Además, se catapulta hasta los 320 km/h, aunque este registro solo se debería alcanzar en un circuito de velocidad, para no incurrir en un grave pecado en contra de la seguridad vial. Lo que está claro es que el afortunado poseedor de este vehículo completará paseos celestiales a los mandos de su flamante vehículo.