Las vacaciones de Navidad ya están aquí. Pero si se te está haciendo larga la espera, o bien eres de los que tiene trabajar en esas fechas, te proponemos un ejercicio para que despejes la mente. Localiza algún aparcamiento en un suburbio, llévate unos cuantos coches de desguace y graba en vídeo lo que vas a hacer a continuación: golpearlos con una bola de demolición, como la que emplea Miley Cyrus, en el videoclip Wrecking Ball.
Si no estás por la labor de demoler coches, no te preocupes, porque en el vídeo que hay adjunto en esta noticia, Gav y Dan, propietarios del canal de YouTube Slow Mo Guys, han ilustrado el efecto que puede provocar 4.000 kilos de acero de demolición, al chocar contra un automóvil. Y ya sabes, estas bolas están diseñadas para demoler paredes, hormigón y ladrillos... ¿Sientes curiosidad por ver su efecto en un vehículo?

Tres, dos, uno...
La primera víctima en probar la bola de demolición es un Buick Park Avenue, que queda totalmente destruido tras el impacto. Los pronósticos empeoran al ver como un indefenso Honda Element, sin pilar central, es el siguiente modelo en probar el metal... Curiosamente, aunque se presagiaba lo peor, una mayor altura y un techo extremadamente resistente hacen que vuelque... sufriendo unos daños razonablemente moderados.
Si eres aficionado a BMW, tal vez no te haga demasiada ilusión comprobar que la tercera víctima es un Serie 3 E46 Cabrio. En esta ocasión, el experimento es diferente: consiste en levantar a 35 metros de altura la mencionada bola y dejarla caer sobre el parabrisas, a una velocidad de 98 km/h. Como ya imaginarás, el final no es feliz.
En cualquier caso, resulta sorprendente comprobar la resistencia de los automóviles ante el impacto de una herramienta tan aterradora. Por otro lado, al final del vídeo hay una pequeña sorpresa que no te vamos a estropear...