La evolución en el mundo de la ingeniería que rodea al automóvil es sorprendente. El último ejemplo, nos llega de la mano de Nissan, que ha desarrollado un túnel de lavado a escala para probar la calidad y durabilidad de las pinturas desarrolladas por el fabricante japonés. Esta curiosa herramienta, que ha sido descrita por Nissan como "del tamaño y forma de una máquina de palomitas de maíz", está ubicada en el centro técnico de Nissan Norteamérica, ubicado en Michigan.
En realidad, se trata de un cepillo giratorio que tiene "cerdas azules vibrantes", muy parecido al que podemos ver en cualquier túnel de lavado de los que pueblan nuestras estaciones de servicio. Sin embargo, la escala es más pequeña y su construcción, más barata.
El dispositivo hace girar el cepillo a unas 180 revoluciones por minuto, consiguiendo que las cerdas rocen con fuerza la pintura del vehículo de pruebas. La cerdas giran mientras los pulverizadores rocían el coche con agua y con 'tierra de Arizona' en polvo, para reproducir los rigores del uso diario en condiciones reales. Las pruebas se repiten varias veces, en función de la pintura o los parámetros que quieran medir los técnicos.
Los tests permiten a los ingenieros de Nissan probar, previamente, la durabilidad de las resinas con las que protegerán las carrocerías de los diferentes modelos de la gama. Y para ello, someten a los prototipos de pruebas a las condiciones más exigentes.
En el video de más arriba, puedes visualizar un Nissan 370Z a escala 1:16, que los ingenieros de la firma oriental emplean junto al túnel de lavado a escala. Aunque parezca un artilugio de juguete, su reducido tamaño no debería engañarte. Los resultados obtenidos se extrapolan posteriormente a los vehículos reales que Nissan vende en sus concesionarios. Una idea sencilla, pero efectiva, que la firma ha querido que conozcamos.