Todos conocemos el Ferrari Testarossa, el mítico superdeportivo italiano de los años ochenta y noventa, pero pocos saben que se fabricó un ejemplar descapotable. Sí, solamente uno y tuvo como destinatario a Gianni Agnelli, el presidente del Grupo Fiat. En aquel momento, en el año 1986, el directivo cumplía veinte años de mandato y no pudo ocurrírsele mejor 'autorregalo' que el Ferrari Testarossa Spider.
Si echas un vistazo a las imágenes, seguro que hay un cosa que te ha parecido curiosa. ¿Por qué el coche no es de color rojo? Efectivamente, se pintó de color plata, pero tiene una explicación. En la tabla periódica de los elementos, AG (las dos primeras letras del apellido de Gianni) representa la plata. De ahí esa elección cromática. En términos mecánicos, se mantuvo el motor 5.0 V12, de 390 CV, del equivalente cupé.
Ferrari Testarossa Spider, manual y automático a la vez
Los ingenieros de Ferrari encargados del proyecto no se limitaron a quitar el techo de la carrocería cerrada. De hecho, pasaron mucho tiempo diseñando este automóvil único. Entre otras soluciones, reforzaron el piso y montaron un arco de accionamiento eléctrico para sostener la capota.
No obstante, la gran revolución del Ferrari Testarossa Spider se encontraba en la caja manual de cinco velocidades. Funcionaba exactamente igual que la de cualquier otro Testarossa... salvo al accionar el botón Valeo. En ese momento, el pedal del embrague se retraía y la transmisión pasaba a ser automática. Parece una idea de Q en las películas de James Bond, ¿verdad?
La explicación a esta tecnología es que Agnelli sufría una lesión en la pierna izquierda, con lo cual podía relajarla al conducir cuando él quisiera. Una modificación similar se realizó en su Ferrari F40.
Además de este vehículo, Agnelli poseía los únicos Lancia Delta Integrale Spider y Fiat Multipla Spider que se produjeron. No obstante, el Ferrari Testarossa Spider es el más codiciado de todos. En 2016, fue adquirido en una subasta por más de un millón de libras (1,12 millones de euros, al cambio). En ese momento, el marcador del coche indicaba solo 23.013 kilómetros. Desde luego, su afortunado poseedor disfruta de una auténtica joya automovilística...
Y para que puedas compararlo con el modelo convencional, te dejamos las fotos de una unidad del año 1986, que también ha sido subastada.