En la historia del automóvil, a menudo surge la pregunta: "¿y si?" Por ejemplo, con marcas que han desaparecido, pero también con concept cars que no llegaron a la producción. ¿Habría tenido más éxito un diseño o una interpretación diferente?

En este caso, vamos a tomar a MINI como ejemplo. En 1994, BMW compró el grupo británico Rover, donde estaba integrado el fabricante de Oxford. Por pura casualidad, el entonces jefe de BMW, Bernd Pischetsrieder, era sobrino en segundo grado del creador de Mini, Alec Issigonis. Gracias a este parentesco, posiblemente hoy MINI es más grande e importante que nunca.

En el Salón de París 2000, el nuevo MINI se mostró como un prototipo muy cercano al modelo definitivo, con una estética que hoy en día todavía se mantiene con pocos cambios. Pero podría haber sido completamente diferente, como muestran los siguientes ejercicios de estilo. Pincha en la flecha lateral de la imagen para conocerlos.