Variante tope de gama
Como mencionábamos al comienzo, esta variante es la que trata de acercarse, lo más posible, al mundo de los SUV... aunque está claro que no nos enfrentamos a un turismo.
En el caso del D/C 220 DI-D 6AT Kaiteki (esa es su denominación oficial), nos encontramos ante un pick-up de doble cabina, que anuncia 5,31 metros de largo y que puede contar con una cubierta para la caja, si así lo desea el futuro dueño.
Respecto a la pintura exterior, recibe el nombre de Naranja Sunflare y forma parte del catálogo de extras (cuesta 500 euros). En el exterior, tampoco faltan detalles llamativos, como los faros con tecnología de tipo LED o la parrilla Dynamic Shield, que comparte con los SUV de la firma japonesa.
Con todo de serie
En el caso del acabado Kaiteki, el acabado de serie resulta realmente extenso, con elementos como asistente de luz de carretera, sistemas de control del ángulo muerto y de alerta por cambio involuntario de carril, control de velocidad de crucero, cámara trasera y de visión periférica, llantas de 18 pulgadas, tapicería de cuero...
Respecto al sistema multimedia, incluye seis altavoces, pantalla táctil y es compatible con los protocolos de conectividad Apple CarPlay y Android Auto.
Las únicas opciones que aparecen en el configurador de la web comercial hacen referencia a las distintas pinturas exteriores, lo que tampoco es impedimento para que haya un extenso catálogo de accesorios originales, para su instalación en la fase de posventa.
Gran capacidad de carga
Si nos centramos en la caja de carga, que al ir cubierta se convierte en algo así como un 'maletero gigante', anuncia 1,52 metros de largo, 1,47 de ancho y 47,5 centímetros de alto, para sumar una capacidad de carga total de 1.075 kilos.
De este modo, parece que no hay problema para llevarse la casa a cuestas, pero... ¿qué hay del habitáculo? Al volante, la posición es elevada, tal y como sucede en todos los pick-up, aunque el volante multifunción, las levas para el cambio, los diversos pulsadores o el sistema multimedia te recuerden a los de un turismo.
Detrás, el espacio es correcto para dos adultos, aunque es cierto que la plaza central resulta algo menos confortable.
Grandes cualidades 4x4
En el plano puramente 4x4, el Mitsubishi L200 cuenta con el sistema de tracción total Tracción Super Select 4WD (SS4-II), con reductora y diferencial central, que permite seleccionar entre cuatro modos, desde una ruleta en la consola central: 2H, 4H, 4HLc y 4LLc. La ventaja de este sistema, frente al que emplean las versiones M-Pro, es que se puede accionar la tracción total sobre firme seco y en buen estado, si así se desea.
Del mismo modo, el L200 cuenta con un control de descenso de pendientes HDC y un control dinámico de la conducción todoterreno, denominado Off Road Mode, que permite escoger entre los siguientes modos: Gravel, Mud/Snow, Sand y Rock
Respecto a las cualidades todoterreno, anuncia un ángulo de entrada de 30 grados, uno de salida de 22 y un ángulo ventral de 24 grados. La altura libre al suelo está cifrada en 20,5 centímetros y la capacidad de vadeo, en 50.
Con 150 CV y cambio automático
Bajo el capó, el L200 recurre a un propulsor turbodiésel, con 2.268 cm³ y cuatro cilindros, que anuncia 150 CV de potencia y 400 Nm de par, desde 2.000 rpm. A su lado, trabajan un sistema de tracción total y una transmisión automática con convertidor de par, de seis relaciones, que recibe el nombre de INVECS-II.
En líneas generales, el rendimiento del propulsor es bueno, aunque hay que tener en cuenta que debe mover un conjunto que supera las 2 toneladas, de ahí que sus prestaciones no destaquen: alcanza los 171 km/h y acelera de 0 a 100 en 13,5 segundos.
Respecto al consumo, la cifra homologada en ciclo WLTP es de 9,7 segundos y, durante los días que convivimos con ella, la cifra que mostró el ordenador de a bordo siempre fue bastante cercana a ese valor (superior, pero cercana a fin de cuentas).
Respecto a la conducción, obviamente, dista bastante de lo que ofrece un SUV actual, aunque es normal, ya que a pesar de su moderna imagen y su completo equipamiento, sigue siendo un pick-up.
La dirección resulta bastante precisa, el cambio se esfuerza en agradar al conductor y, en términos de confort, cumple mejor de lo que se pudiera pensar, a pesar de que las ballestas en el eje trasero se hacen notar. Bueno, eso y la tendencia sobreviradora que demuestra el conjunto, circulando sin carga detrás o sobre firme deslizante. Un detalle que obliga a ser cuidadosos... o a accionar la tracción total.
Para finalizar, el precio oficial de este L200, con la pintura metalizada, es de 40.500 euros, aunque con las promociones y descuentos por financiación, la cifra puede reducirse hasta los 34.500 euros.