Batería casi lista en 25 minutos
La nueva batería del Outlander PHEV ha visto incrementada su capacidad, pasando de 12 a 13,8 kWh. Si se emplea una toma de carga rápida, Mitsubishi promete que el 80% de este componente estaría listo en apenas 25 minutos. Por su parte, en un enchufe doméstico, de 2,3 kW, el tiempo de espera no supera las seis horas.
Como puedes comprobar, es sencillo disponer de una buena autonomía eléctrica de un día para otro.
Habitabilidad excelsa
En los 4,69 metros de longitud que declara el coche, el espacio en todas las plazas es soberbio, tanto si hablamos de las piernas como de la cabeza. Es verdad que el asiento central es considerablemente más estrecho que los laterales, pero no peor que el de muchos de sus rivales, con contadas excepciones, como el Peugeot 5008 o el Skoda Kodiaq.
Pérdida de capacidad
Uno de los pocos puntos negativos del coche es la capacidad del maletero, que se ve reducida por la integración de la batería para alimentar los motores eléctricos. Así, se queda en 498 litros (1.602 abatiendo los asientos), en lugar de los 550 del Outlander 4x2 y los 519 de la versión 4x4.
Por cierto, el sistema de propulsión consta de un motor atmosférico de gasolina, con 2,4 litros de cilindrada y 135 CV, más dos propulsores eléctricos, uno delantero con 82 CV y otro trasero con 95 CV.
Gracias a este esquema, se disfruta de dos ejes motrices (tecnología S-AWC) sin tener que recurrir a una unión física entre los trenes.
Interior con información práctica
Además de integrar elementos lujosos con el acabado Kaiteki+, el habitáculo del Outlander PHEV ofrece información práctica, como el flujo de la energía y las autonomías que garantizan tanto los propulsores eléctricos como con el de gasolina.
Las levas del volante sirven para seleccionar entre seis modos de retención, con el fin de generar electricidad para la batería. Con los más 'potentes', se puede realizar una conducción con un solo pedal, sin necesidad de tocar el freno.
Consumos variables y coche cómodo
El gasto de gasolina varía mucho en función del programa escogido. Por ejemplo, el consumo se eleva con los modos Save y Charge, ya que se emplea el motor de gasolina para mantener la carga de la batería o generar electricidad.
En cualquier caso, como hemos comentado antes, los consumos son más elevados que en un SUV turbodiésel equivalente. Durante la prueba, en el peor de los casos (ascenso a un puerto y modo Save activo), el ordenador de a bordo registró una cifra superior a los 10,0 litros cada 100 kilómetros.
En el plano dinámico, el coche muestra una comodidad absoluta, que lo hace ideal para afrontar viajes sin que el cansancio haga mella en los ocupantes. Esa puesta a punto se nota en curvas, donde el Outlander PHEV muestra claras oscilaciones, sin que supongan pérdidas de control.
Tan solo queda comentar los precios, que oscilan entre los 36.300 euros del acabado Motion hasta los 41.625 del Kaiteki+.