2022 fue un año especial para BMW M. Se cumplió el 50 aniversario de la división deportiva de la marca y esta lo celebró, entre otras cosas, con el magnífico 3.0 CSL, construyendo sólo 50 ejemplares para todo el mundo. Pero ese fue el comienzo para un festival que no hizo más que comenzar.

Un año más tarde, BMW M sigue deleitando a sus seguidores con modelos para todas las necesidades... y presupuestos. En este sentido, hemos tenido la oportunidad de conducir los tres modelos más novedosos de la familia M de BMW: el M2, el M3 Touring y el XM. Tres vehículos impresionantes, con muchos matices, pero con un hilo conductor presente en cada uno de los tres: deportividad a raudales.

Galería: Gama BMW M, presentación nacional

BMW M2, más temible que nunca

Gracias a una jornada de pruebas por las carreteras de la sierra madrileña, hemos tenido la oportunidad de disfrutar brevemente de las sensaciones que aporta este auténtico deportivo, ya no tan de bolsillo. ¿Y por qué digo esto? Fundamentalmente, porque el BMW M2 en realidad es un M3/M4 'camuflado'. Comparte con sus hermanos mayores gran parte del chasis, el motor y otros elementos mecánicos... enfundados en una carrocería más pequeña, que sin embargo, no puede 'enmascarar' la sensación de que el M2 ya es todo un 'M2,5'.

Hablando de elementos compartidos, el principal es el motor de seis cilindros, con 3,0 litros y dos turbocompresores, 460 CV de potencia y 550 Nm de par motor. Se puede elegir con cambio automático M Steptronic con convertidor de par y 8 velocidades (con función Drivelogic) o con transmisión manual de 6 velocidades sin sobreprecio. La propulsión siempre es al eje trasero.

Gama BMW M, presentación nacional

Las prestaciones son asombrosas, como te puedes imaginar, con una velocidad máxima autolimitada a 250 km/h (285 km/h si añades en opción el M Driver's Package) y un tiempo de 4,1 segundos en el 0-100 km/h. Más allá de las frías cifras, la realidad es que todo pasa muy rápido al ponerte al volante del M2 y tratar de explorar sus límites, algo que no recomendamos, salvo que estés en un escenario apropiado (circuito, fundamentalmente) y que tengas ciertas habilidades a la hora de conducir. El M2 no es un coche que 'merezca' ser relegado a los trayectos diarios entre tu casa y la oficina. Eso sería todo un sacrilegio.

Desde los primeros compases, el M2 demuestra una agilidad y hasta un cierto 'nerviosismo' que no está presente en los M3 y M4. Es coche es ágil, muy ágil, gana velocidad con una facilidad pasmosa y el equipo de frenos (M Compound), sin ser discos carbocerámicos, responde con eficacia, lo que transmite al conductor una seguridad notable. En mi caso, he tenido ocasión de probar la caja de cambios manual y debo decir que es una delicia. Conducción en estado puro... a cambio de máxima concentración, eso sí.

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Respecto a la suspensión, poco que añadir, salvo que trabaja de forma efectiva y que los reglajes electrónicos que podemos elegir, los 'notamos' en todo momento, adaptando el coche a nuestros requerimientos, en función de la vía por la que transitamos o nuestro estilo de conducción.

Entre los aspectos que no me han llegado a enamorar del coche, debo mencionar que el sonido procedente del sistema de escape no me ha llegado a convencer. En el habitáculo, con las ventanillas subidas, el 'bramido' del motor llega demasiado filtrado, incluso con la función de escapes deportivos activa, algo que no mejora en exceso cuando bajamos la ventanilla y escuchamos 'en vivo' ese sonido. Al igual que el aviso por exceder el límite de velocidad, imposible de desactivar, intentándolo por todos los medios, que en determinadas circunstancias resulta incómodo.

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En el plano tecnológico, el M2 se beneficia del denominado Curved Display (una pantalla única de casi 27 pulgadas, que une la instrumentación y el sistema multimedia iDrive) y del sistema operativo BMW ID8, el más avanzado del fabricante bávaro. En definitiva, el M2 es el fiel exponente del legado de BMW M adaptado al año 2023. Un juguete para adultos con un precio de partida de 91.250 euros.

BMW M3 Touring, rozando la perfección

Pasamos al segundo integrante de la terna de la jornada y para mi el coche que más me ha impresionado. Hablo del M3 Touring, la versión familiar del M3 berlina. Un vehículo sólo 7 mm más largo que el M3, pero con la misma batalla y la misma anchura. Verlo en vivo ya impone, con una carrocería familiar compacta, de líneas redondeadas o las llantas de 19 pulgadas delante y de 20 pulgadas detrás, dejan poco margen a la imaginación respecto a las intenciones de este modelo.

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La base mecánica es idéntica a la del M3, es decir, el mismo bloque de seis cilindros con 3,0 litros de cilindrada, doble turbocompresor y una potencia de 510 CV y 650 Nm de par motor, que se transmiten al asfalto a través de un sistema de tracción integral M xDrive y una transmisión automática M Steptronic de 8 velocidades con función Drivelogic.

La sensación de estar al volante de un vehículo casi de competición, combinado con el espacio interior de un familiar y un maletero con 500 litros de capacidad, hacen que este coche pueda parecer el vehículo ideal para cualquier padre de familia que valore disfrutar de la conducción a un nivel superior.

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Pero es que, además, este modelo permite a su conductor disfrutar de sensaciones únicas, como la posibilidad de elegir entre tracción a las cuatro ruedas (4WD), tracción integral deportiva (4WD Sport) y propulsión trasera (2WD)... y todo en un mismo coche. Basta con gestionar los parámetros del control de tracción M xDrive y en unos segundos dispondrás de un vehículo que se 'pega' literalmente al asfalto o que insinúa la zaga a la salida de cada curva si desconectamos el control de tracción.

Frente al sonido 'mejorable' del M2, en el caso del M3 Touring, escuchamos otra banda sonora. Con la función de los escapes deportivos conectada, un bramido atronador inunda el habitáculo cuando exploramos la zona roja del cuentavueltas al cambiar de marchas. Aquí todo sucede rápido, pero de forma más controlada que en el M2. Los 510 CV son artillería suficiente como para destrozar cualquier puerto de montaña, por revirado que sea, y el conductor sólo se tiene que preocupar de apuntar con la dirección (M Servotronic con asistencia variable) la trazada que desea hacer y el coche 'copia' la maniobra de forma impecable.

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Asimismo, gracias a los tradicionales botones 'M1' y 'M2' ubicados en el volante, el conductor puede grabar diferentes parámetros de gestión del motor, de la suspensión, de los frenos o del acelerador, que puede recuperar en cualquier momento activando uno de esos pulsadores. Actualmente, puede que sea lo más parecido a conducir un coche de competición por la cantidad de reglajes que tenemos a nuestra disposición... y todo eso hablando de un familiar.

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El interior también denota que estamos ante un vehículo especial, desde los asientos de tipo baquet, que recogen el cuerpo del piloto y del acompañante, y logran que apenas se mueva, hasta el mencionado volante multifunción con un aro sobredimensionado, las levas terminadas en fibra de carbono o el 'diminuto' pomo del cambio M Steptronic, todo destila deportividad, combinada con una calidad de ajustes y materiales que refuerzan esa sensación de deportivo especial.

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Respecto a la tecnología, poco o nada que añadir respecto al M2. La pantalla BMW Curved Display, el sistema operativo BMW ID8 y la posibilidad de añadir un listado casi infinito de opciones procedentes del catálogo de accesorios M Performance, consiguen que el M3 Touring roce la perfección. Eso sí, todo esto tiene un precio, que parte de los 124.000 euros.

BMW XM, una 'mole' voladora

Por último, pero no por ello menos importante, toca hablar del XM, el primer coche de BMW M con sistema de propulsión electrificado, en este caso, un híbrido enchufable (PHEV) compuesto por una mecánica de gasolina V8 junto con un motor eléctrico, capaz de recorrer hasta 88 kilómetros en modo 100% eléctrico según el ciclo de homologación WLTP.

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Siento recurrir de nuevo a las cifras, pero es inevitable. La potencia máxima de este mastodonte alcanza los 653 CV, con 800 Nm de par motor, que le permiten alcanzar los 100 km/h desde parado en sólo 4,3 segundos y llegar hasta hasta los 250 km/h de velocidad punta autolimitada electrónicamente.

La estética del modelo alemán está enfocada a esos mercados mundiales que demandan SUV de grandes proporciones y que, sin embargo, no están dispuestos a renunciar a unas prestaciones de escándalo. Las llantas de 21 a 23 pulgadas, su exagerada parrilla con los enormes riñones retroiluminados o la caída del techo, que recuerda en ciertos aspectos a la silueta de un coupé, hacen del XM un vehículo llamativo y especial.

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Gracias al sistema M Hybrid, el conductor puede elegir entre tres modos: Hybrid, Electric y eControl. En el primero, el sistema híbrido se encarga de controlar la asociación del motor térmico con el eléctrico alimentado por la batería (25,7 kWh). En el segundo modo, el XM solo se impulsa en modo eléctrico hasta una velocidad máxima de 140 km/h. Por último, el modo eControl nos permite gestionar la reserva de batería disponible, guardando un porcentaje de la misma, para cuando lo necesitemos.

Como te puedes imaginar, hablamos de un vehículo de 2,7 toneladas de peso con 653 CV de potencia que debemos gestionar con nuestro pie derecho. Si no fuera por el arsenal de ayudas electrónicas a la conducción disponibles, lo más probable es que nos saliéramos del asfalto en la primera curva cerrada a la que llegásemos apurando la frenada. Pero aquí entra en juego el trabajo de los ingenieros de la marca, que consiguen que el XM se parezca a una alfombra voladora.

Gama BMW M, presentación nacional

La dirección activa integral a las cuatro ruedas, el diferencial activo M Sport o la tracción integral M xDrive son elementos indispensables para entender la puesta a punto de este vehículo o la facilidad que demuestra a la hora de ganar velocidad o enfrentarse a trazado revirados (anticipándose en las frenadas con más margen que los anteriores modelos mencionados, claro está) y salir airoso de ellos. En este sentido, la única preocupación al volante del XM es elegir carreteras lo suficientemente anchas para no pasar apuros a la hora de cruzarte con otro coche.

Gama BMW M, presentación nacional

Un vehículo que se fabrica en la planta norteamericana de Spartanburg y que empezará a comercializarse en nuestro país en otoño, con un precio de partida de 179.900 euros. Posteriormente, habrá una versión más poderosa y radical del XM, el denominado XM Label Red con 748 CV y 1.000 Nm de par motor, capaz de acelerar de 0-100 km/h en solo 3,9 segundos, en lo que será el BMW M más potente de calle jamás comercializado hasta la fecha. Su precio: 201.500 euros.